El tapeo es parte importantísima de la identidad española y algo muy difícil de trasladar a otras culturas, por mucho que los guiris lo gocen cuando vienen a nuestro país. Bien lo sabe el chef José Andrés, gran embajador de nuestra cocina en Estados Unidos y pionero en replicar allí las tapas aunque a los estadounidenses les cuesta pillar el concepto...
"Para mí, las tapas son un caballo de Troya para que los estadounidenses comprendan la cultura de los españoles", ha declarado el chef asturiano en su newsletter Longer Tables. Y es que el tapeo va más allá de lo puramente culinario. Lo que define el arte de la tapa no es solo un plato de croquetas, una tabla de quesos, una bandeja de montaditos o unos pinchos de tortilla. se trata de algo cultural.
"En España, las tapas son tanto una forma de comer como una forma de vivir, de celebrar, de compartir pequeños bocados y vino, utilizando la comida como una forma de reunir a amigos y familiares", explica el cocinero. Esa idea de ir a un sitio, pedir una bebida y pequeños bocados que se sirven al centro, con todas las manos cogiendo de los mismos platos (incluida gente que no conoces), para luego repetir en otro bar, es algo inaudito e inconcebible para muchos extranjeros.
Arantxa Aniorte
José Andrés era consciente de ello cuando abrió su primer local de Jaleo en Washington hace 30 años. Aunque no fueron los primeros en servir tapas en el país norteamericano, sí contribuyeron en gran medida a dar a conocer y difundir allí la cocina española.
"La mayoría de la gente no sabía lo que estaba comiendo cuando les servíamos esos pequeños platos de croquetas, patatas bravas, aceitunas, jamón...", rememora el chef. Y es que, en Estados Unidos son más de reunirse alrededor de una mesa de platos a rebosar con una gran proteína o principal, ensaladas, guarniciones, panecillos... de los que cada comensal se va sirviendo su porción en su plato.
De este modo, José Andrés tuvo que andar explicando el concepto del tapeo a sus clientes durante los primeros años. Para hacerlo más fácil de entender les habló de la "regla de las 20 pulgadas" (unos 50 cm). Básicamente, consiste en que si pones un plato en el centro de la mesa para compartir, es una tapa. Si no te gusta compartir, lo mueves 20 pulgadas para ponerlo delante de ti, y ya no es una tapa.
Foto de portada | Arantxa Aniorte
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