Esta receta de linguini o tallarines en salsa veneciana es una bomba de sabor, tan sencilla de preparar como original. Esta salsa es ideal para pastas largas. La base es cebolla caramelizada a fuego lento, como mandan los cánones (es decir, sin añadir azúcar) y triturada con mantequilla tostada, anchoas y caldo de ave. Un espectáculo para los sentidos. Dependiendo del hambre que se tenga, este plato puede funcionar como único a la hora de la comida. Aunque se puede servir también como entrante de un menú más completo.
En primer lugar, pelamos y cortamos las cebollas en tiras finas. Después, calentamos un fondo de aceite en una sartén y pochamos con un pellizco de sal a fuego bajo hasta que estén blandas y dulces. No hace falta añadir azúcar, la cebolla solo requiere de tiempo para caramelizar.
En el siguiente paso, calentamos la mantequilla en un cacito a fuego medio, removiendo sin parar, al tiempo que la tostamos. Cuando los posos empiecen a tomar un tono dorado, la retiramos del fuego y la decantamos, separando la grasa de los posos.
Ahora introducimos la cebolla caramelizada en el vaso de un robot o batidora, agregamos los posos de la mantequilla tostada y un par de cucharadas de la parte grasa (podemos guardar el resto en la nevera para otras elaboraciones). Incorporamos también las anchoas y el caldo de ave y trituramos.
Cocemos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante. Si te gusta al dente, déjala un par de minutos menos de lo recomendado. Escurrimos y mezclamos los tallarines con la salsa. Podemos añadir un poco de agua de cocer la pasta en caso de querer que sea más fluida. Servimos inmediatamente, acompañada de queso rallado al gusto.
Fotos | Directo al paladar
En Trendencias | 21 recetas de pasta italiana con las que no aburrirte nunca
En Trendencias | Estos gambones al horno son la forma más económica y exquisita de comer marisco en la cena de Navidad.
