La receta de calabacines a la romana no solo es una de las formas más sencillas de cocinar esta verdura, también es una de las más sorprendentes. Lo mejor es que se prepara en un santiamén y, en unos cinco minutos, tenemos listos unos calabacines crujientes y llenos de sabor, ideales para servir en la cena. Aunque suele ser mucho más habitual hacer la berenjena rebozada, esta receta no tiene nada que envidiarles.
Ingredientes
Para preparar estos calabacines a la romana, se necesitan pocos ingredientes y muy básicos: calabacines, sal, guindilla en escamas, tomillo seco, comino molido, cebolla molida, pimienta negra molida, pan rallado, harina, huevos, pimentón, queso parmesano rallado y aceite de oliva suave para freír.
Cómo hacer calabacines a la romana
El proceso es igual de sencillo que el listado de ingredientes. Primero hay que lavar y cortar los calabacines y laminarlos con ayuda de una mandolina (o a cuchillo).
Después, en un bol, mezclamos las especias y espolvoreamos los calabacines. En otro plato, batimos un par de huevos y añadimos queso rallado. Rebozamos cada disco de calabacín en una mezcla, a partes iguales, de harina y pan rallado. Después, en la de huevo.
Tienen que quedar bien cubiertos por todos lados antes de freírlos en una sartén con abundante aceite caliente, hasta que estén bien dorados y volteándolos para que se hagan por igual por ambas caras.
Foto de portada | Directo al paladar
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