Los huevos camperos que estás comprando, en realidad no son camperos. Y estás pagando un 27% más por ellos

Un huevo campero es aquel que ponen gallinas criadas en suelo, con acceso al aire libre y con una densidad de 4 m² por cabeza, como mínimo. En el supermercado son los huevos más caros porque esa “libertad” de las gallinas, que se supone que mejora la calidad del huevo, la pagamos los consumidores. Pero, ¿qué ocurre cuando una gripe aviar amenaza con aparecer? Que todo cambia pero los consumidores ni nos enteramos y seguimos pagando lo mismo por algo que no es igual. 

No son camperos ni ecológicos, aunque te digan que sí. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) quiere que sepa que los huevos vendidos con denominaciones como camperos o ecológicos ya no lo son. El motivo es que el Ministerio de Agricultura decretaba el confinamiento obligatorio de todas las aves de corral el pasado 13 de noviembre como “medida preventiva de refuerzo ante el aumento del riesgo de expansión de la influenza aviar”. Esta medida se extiende a todas las granjas avícolas, incluidas las explotaciones ecológicas y hasta las de autoconsumo y prohíbe de forma explícita que los animales permanezcan al aire libre. Es decir, las gallinas que antes se movían en libertad y al aire libre, motivo por el que pagaríamos más por esos huevos camperos, ahora tienen que estar encerradas para evitar que cojan la gripe aviar.

Pero aunque no sean camperos, pagas como si lo fueran. El problema es que el precio, a pesar de que las condiciones de cría han cambiado, se ha mantenido. Es más, según la OCU estamos pagando un 27% por un producto que no cumple con las condiciones que justifican ese precio. Además, los huevos son uno de los productos que más ha subido este año y sus precios están en máximos históricos, acumulando una subida de un euro por doce "desde las primeras noticias de la crisis aviar en EEUU", como añadía la organización. La medida preventiva del gobierno no ha hecho que el precio caiga en absoluto.

Lo que asegura la OCU es que los huevos camperos o ecológicos no cumplen con la condición de proceder de gallinas criadas al aire libre, pero se mantienen como camperos o ecológicos (y con el precio de estos) a pesar de que ese imprescindible para su denominación haya desaparecido. 

El síndrome del huevo campero fantasma. El valor añadido que hace que cuesten más ya no está, pero seguimos pagando por él como si sufriéramos el síndrome del miembro fantasma. La OCU aseguraba en un comunicado que eso va "en contra del derecho a una información veraz, pilar esencial de la seguridad alimentaria y la transparencia del mercado". Vamos con el ejemplo práctico para entenderlo mejor Una docena de huevos camperos cuesta una media de 4,13 euros. La docena de huevos de gallinas criadas en suelo (que no están jaulas pero tampoco al aire libre), tienen un precio de media de 3,25 euros. Es decir, estamos pagando 88 céntimos más por algo que ya no existe: la libertad al aire libre de las gallinas. Lo que explica la OCU es que al menos siete marcas que se venden en los supermercados mantienen el etiquetado “campero” o “ecológico” sin informar que, por razones sanitarias, las condiciones de cría han cambiado, e impidiendo que el consumidor pueda elegir otras en ese caso.

Lo que pide la OCU: que se revise y modifique la normativa que lo permite. El reglamento Delegado (UE) 2023/2465 y el 2018/848, ambas normativas europeas, autorizan que el etiquetado se mantenga sin cambios cuando el confinamiento se debe a causas excepcionales como una crisis sanitaria. Pero, aún en situaciones excepcionales como estas, la OCU insiste en que el consumidor debería ser informado claramente, y que se deberían establecer mecanismos obligatorios de comunicación en los envases y en los puntos de venta que de esta forma aseguren el derecho a una información veraz. Que se decida hacer o no, es algo que solo veremos con el tiempo, pero al menos ahora con este comunicado, los ciudadanos saben que los camperos que creen comprar en realidad, no lo son. 

Fotos | Ben Moreland en Unsplash, Jura en Unsplash

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