Uno de los datos más curiosos de la vida de Elon Musk es que, hasta la fecha, ha tenido 14 hijos e hijas con cuatro mujeres distintas. Eso es un montón de prole para alguien que presume de ser un workaholic que ha llegado a dormir en sus oficinas y fábricas. Aunque, más que estar presente en la vida de sus hijos pequeños, al magnate parece estar más preocupado por las madres. Así que, para mantener la privacidad y el control sobre su vida personal, ha tejido una compleja red de acuerdos financieros y de confidencialidad con ellas.
15 millones de dólares y una manutención mensual de 100 mil dólares
Para el que está considerado como el hombre más rico del mundo, llevar al día los asuntos de su vida familiar no dista mucho de administrar cualquiera de sus empresas con ayuda su principal asesor, Jared Birchall. Lo ha desvelado un extenso reportaje publicado en 'The Wall Street Journal'.
Birchall, mormón practicante con una familia numerosa, le lleva la oficina familiar al fundador de Tesla. Fue él quien se tragó entera la llamada telefónica de dos horas en la que la madre del último hijo de su jefe le pedía a Musk una prueba de paternidad. Según la prestigiosa publicación, Ashley St. Clair le expresó su negativa que su hijo sea un secreto.
No obstante, está acostumbrado a este tipo de situaciones pues también es el encargado de negociar los acuerdos financieros y de privacidad con las madres de los hijos de Musk, que son las encargadas de criarlos. Como ejemplo de este tipo de acuerdos, el 'Wall Street' habla del último de todos. Se trata del ofrecido a St. Clair, madre del bebé Rómulo: 15 millones de dólares y una manutención mensual de 100 mil dólares a cambio de su silencio.
No obstante, lo más turbio es el motivo por el que estos acuerdos tienen tanta importancia en la vida de Elon Musk. Porque no, lo de tener hijos a mansalva con mujeres que se solapan en el tiempo no tiene que ver ni con infidelidades ni con que al magnate le guste mucho la paternidad... ¡Ojalá!
Objetivo: repoblar la Tierra con personas de alta inteligencia
Seguir y entender el árbol familiar de Elon Musk en los últimos años es más difícil que el de una historia de la mitología griega. La explicación, según destapa el diario, es luchar contra el declive demográfico y repoblar la Tierra con personas de alta inteligencia. Porque, sobre todo, le preocupa que no sea la gente más educada la que tenga más hijos.
Según las fuentes de dicho reportaje, Musk se refiere a sus hijos como “legión”, las antiguas formaciones militares romanas claves para la expansión imperial. Porque no serían solo catorce los hijos que tendría Musk, a lo que apunta el 'Wall Street' es que serían muchos más de los oficiales. En un mensaje de texto visto por el diario y enviado cuando St. Clair estaba embarazada, el hombre más rico del mundo pedía "gestantes sustitutas" para poder “alcanzar el nivel de legión antes del apocalipsis ”. De este modo, hay mujeres que afirman haber sido contactadas por el propio magnate a través de X.
Una de ellas sería la influencer de criptomonedas Tiffany Fong, con 219 millones de seguidores en X. Después de haber recibido atención por parte del dueño de la red social, el pasado verano, en forma de "me gusta" y suscripciones dentro de la plataforma, Musk le envió un mensaje directo preguntándole si estaba interesada en tener un hijo suyo, según personas conocedoras del asunto. Nunca se habían visto en persona.
Ella rechazó la invitación y cuando Musk se enteró de que Fong había estado aireando su petición a personas de su círculo, la regañó por no ser discreta y la dejó de seguir. Un modus operandi parecido tuvieron los inicios del affaire con St. Claire, aunque este luego se volvió romántico y después problemático. Actualmente, ambos se encuentran en batallas legales al respecto. Igual que sucede con la cantante Grimes, con quien Musk tiene tres hijos.
Es ahora cuando los detalles de este baby boom secreto de Musk están empezando a salir a la luz pública y promete muchos capítulos tratándose de un hombre que ha llegado a cuestionar en X los partos vaginales porque asegura que limitan el tamaño del cerebro, mientras que las cesáreas dice que son mejores porque permiten cerebros más grandes.
Foto de portada | Lingchor y TED Conference
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