Hasta en las mejores familias existen diferencias. No importan los apellidos. Las relaciones familiares son siempre complicadas y el riesgo de catarsis aumenta cuando hay moneda de por medio. Tan solo hay que ver lo que sucedió en casa de la Jurado. Allí todos facturaban gracias a la cantante y, cuando esta se fue, se desató el desastre. El caso de Camilo Sesto no es tan extremo, pero también tiene miga.
Sucedió en el caso de Rocío y sucede a día de hoy en casa de la Pantoja. El dinero ha roto por completo la relación entre la tonadillera y sus hijos. Isabel ha perdido también a sus amigos, a algunos de sus empleados y a otros familiares. ¿El motivo? Siempre el mismo: el dinero. Y no, no será Pantoja una santa, pero la conclusión está clara. Los billetes causan más problemas de los que solucionan.
En el caso de Camilo sucedió algo similar. Cuando el cantante quiso dar descanso a los restos de sus padres, recibió una llamada desde el cementerio: el mausoleo familiar ya no pertenecía a su familia. Extrañado, consultó aquello y se topó con el mayor disgusto. Su hermano Pepe lo había vendido.
Camilo Sesto
Tal y como recuerda Libetad Digital, el motivo de la venta pudo ser económico. Desde aquel momento, Camilo cortó toda relación con su hermano. Se sintió traicionado, engañado y triste. No pudo honrar la memoria de los suyos por culpa de la avaricia de Pepe. Al parecer, el cantante murió sin dirigirse la palabra con su hermano.
Fotos | Gtres
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