Las que vivimos siempre con prisas y con poco tiempo para dedicarnos a nosotras mismas, sabemos que uno de los peinados más socorridos es un moño bajo, un moño alto, en definitiva, un peinado en el que recogemos todo el cabello retorciéndolo sobre sí mismo. El tema es que este estilo que tanto nos gusta, no es la mejor idea para nuestras salud capilar, sobre todo, si tenemos el pelo mojado.
Seguramente sois (somos) muchas las que salís de la ducha y, directamente, os plantáis un moño sin secaros el pelo y, horas después, cuando lo deshacéis, todavía tenéis húmedo el cabello. Pues, chicas, es un craso error.
Y es que, como bien sabéis, el pelo cuando está mojado es especialmente débil, las hebras individuales son más sensibles y se vuelven mucho más elásticas, por lo que si además las tensamos en un moño, existe un mayor riesgo de que se rompa.
Por lo tanto, lo mejor, es secar el cabello y sí, hacerlo con un secador de pelo porque dejarlo al aire tampoco es lo más sano y, luego, nos lo recogemos. Efectivamente, a priori puede parecer que no es la opción más rápida pero, sin duda, si queremos mantener el pelo sano más tiempo y evitar roturas.
Y claro, ahora preguntaréis qué hacemos ahora en verano que vamos a la piscina o a la playa y, al final, tenemos el pelo mojado mucho tiempo y el moño es nuestro mejor aliado. Pues bien, lo más recomendable en estos casos es evitar hacernos y deshacernos el moño una y otra vez. Es decir, que una vez lo recojamos, no lo toquemos más hasta que ya nos duchemos ya que si nos quitamos la goma una y otra vez, nuevamente conseguiremos que el pelo se rompa.
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