El enigma que rodea el peculiar tono del rostro Donald Trump ha despertado la curiosidad pública y no es para menos. Y es que el tono anaranjado que tiene el presidente de los Estado unidos es algo antinatural que llama la atención de una forma brutal, tanto que abundan las especulaciones de lo más variedades detrás de este tono de piel.
Por nuestra parte hemos preferido hablar con una experta en el cuidado de la piel, la Dra. Luisa Martos, de la Unidad de Dermatología de ENEA Clínica, que nos ha dado las claves de este tono naranja.

Así, comienza diciendo que "característico tono anaranjado de la piel de Donald Trump ha sido objeto de numerosas especulaciones. Aunque desde su entorno se ha atribuido a “buenos genes” o polvos traslúcidos, múltiples fuentes apuntan a una combinación de bronceado en cabina UVA, sprays autobronceadores y maquillaje".
De hecho, comenta que "esta curiosidad estética se convierte en una buena oportunidad para abordar los riesgos reales asociados al bronceado artificial, tanto por radiación ultravioleta como por productos cosméticos".
Así, la Dra. ha querido hablarnos de las cabinas de bronceado con rayos UVA y lo que hay detrás del bronceado que no se ve. "El uso de cabinas solares con radiación UVA conlleva efectos adversos para la salud, muchos de ellos acumulativos y graves:
- Riesgo elevado de cáncer de piel, incluyendo: melanoma (el más letal), carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular
- El uso de cabinas antes de los 35 años (incrementa el riesgo de melanoma en un 75%).
- Envejecimiento prematuro de la piel: pérdida de elasticidad, arrugas y manchas solares debido al daño en el colágeno y la elastina.
- Riesgos oculares si no se usan gafas protectoras: cataratas, queratitis actínica o degeneración macular.
- Quemaduras solares y, en algunos casos, dependencia psicológica al bronceado (“tanorexia”)".
Por todo ello, se recomienda evitar este tipo de exposición y buscar alternativas seguras.

Por otro lado, la Dra. Martos también ha entrado a analizar los autobronceadores. Y es que "a diferencia de las cabinas UVA, los autobronceadores no emiten radiación y son una opción más segura. Sin embargo, su uso abusivo o incorrecto también conlleva ciertos riesgos:
- Inhalación de compuestos como el DHA (dihidroxiacetona), puede causar irritación ocular, nasal y respiratoria.
- Reacciones cutáneas: Dermatitis de contacto, irritación o manchas irregulares si no se aplican correctamente.
- Riesgo de coloración anaranjada ( “efecto Trump”) si se usa en exceso o sin preparar la piel.
- Dependencia estética..."
Y es que, como comenta, hay muchas personas que desarrollan obsesión por mantener un bronceado constante, lo que puede derivar en una imagen corporal distorsionada o ansiedad estética, lo cual puede ser lo que le ocurra al presidente.

En todo caso, nos recuerda algo importante como es que el autobronceador no protege del sol, no contiene filtros solares, por lo que es imprescindible usar fotoprotector incluso si la piel se ve bronceada.
Para terminar, nos dice que "aunque el tono anaranjado de Donald Trump pueda parecer anecdótico, sirve como recordatorio visual del uso (y posible abuso) del bronceado artificial. Si bien los autobronceadores son una alternativa más segura frente a las cabinas UVA, la clave está en el uso moderado, consciente y acompañado siempre de fotoprotección. En conclusión, estética y salud van de la mano cuando encontramos el equilibrio".

Por otro lado, podríamos recoger las declaraciones del maquillador Jason Kelly, quien atendió a Trump durante la convención republicana de 2016, que especuló que la tez del presidente podría deberse al maquillaje aplicado sobre sus bronceadores, lo que resaltaba signos reveladores como una línea oxidada de bronceador cerca de la línea del cabello.
Sea como fuere, lejos de parecer un tono "saludable" da una impresión de todo lo contrario, un tono artificial, que no es nada favorecedor y que, lejos de darle esa confianza que parece que busca con él, le resta credibilidad.
Fotos | Gtres, @potus y @enea.dramartos
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