Carolina L.
Editor SeniorA estas alturas de la película, bien sabemos que unas cejas bien trabajadas y adaptadas a nuestro rostro, pueden transformar la mirada completamente. La forma más básica es apostando por productos de maquillaje y en este terreno el lápiz de cejas se vuelve un imprescindible.
Con el lápiz adecuado podremos dar forma a las cejas, perfilando los bordes para después rellenar con el mismo lápiz y crear la ilusión de una ceja más poblada y con mayor presencia. El truco está en hacer trazos suaves y al poder ser imitando la forma de los pelitos para que el resultado se integre mejor y el acabado sea lo más natural posible.
Entre los mejores lapiceros de cejas que podemos encontrar, son los que tienen una mina cremosa pero resistente. Como ejemplo perfecto tenemos el Lápiz de cejas Couvrance de Avéne, que es apto para pieles sensibles y lo podemos encontrar en dos tonos universales.
Se trata de un lápiz de cejas de alta fijación, resistente al agua, a la transferencia y al sudor. Así sabremos que nuestras cejas estarán impecables a lo largo de todo el día, y no nos jugarán una mala pasada si el día se torna lluvioso.
Con este lápiz podremos rellenar y dar forma a las cejas finas o irregulares, alargar o modificar cualquier imperfección. Su mina tiene una textura cremosa y suave que ayuda a que los trazos se realicen son suavidad, sin necesidad de apretar sobre la piel. De esta manera cada pelito que se dibuje se marcará de una forma natural y quedarán bien integrados con la propia ceja. Pero en el caso de que se desee difuminar, el lápiz cuenta con un cepillo en el otro extremo, lo que vendrá genial para suavizar alguna línea.
Fotos | cottonbro studio en Pexels, Antoni Shkrava en Pexels
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