La celebración de fin de año de las celebrities

Todavía con la resaca de las uvas y del cava fruto de fin de año, nos empiezan a llegar imágenes de la celebración de este día tan memorable de las celebrities más internacionales. ¿Qué hicieron? ¿Lo celebraron en casa entre amigos y familia? No. Las celebrities reciben mil y una ofertas a días tan señalados, es por eso que muchas de ellas decidieron pasarse por la fiesta que organizó The Cosmopolitan Hotel en Las Vegas. Porque despedir el año con mucho glamour no tiene precio.

Al igual que no tiene precio Whitney Port. Cada día soy más fan de ella, y es que sus estilismos me traen loca, loca, loca. Para despedir el año decidió ponerse un minivestido en verde esmeralda con unas mangas abullonadas que le realzaban su figura a la máxima potencia. Su piel dorada ayudó mucho, así como sus complementos: ese collar dorado le quedaba de lujo, al igual que el clutch en gris y dorado. Lo único que destacó en contra (pero no me desagrada del todo) son esas sandalias en color crema, ¿no había otro color para elegir? Aún así ¡me encantó!

Kristen Dunst no quiso ser menos, y acudió a dicha fiesta con un minivestido blanco. Una pieza muy pero que muy sencilla y discreta, pero que la favoreció bastante. Eso sí, si hubiera tenido más color en su piel, el vestido le hubiera sentado aún mejor, y es que al ser tan blanca el color no destacaba mucho en ella. La elección de los zapatos no es que me mate, sí el blanco y negro siempre son una jugada acertada, pero para una pieza tan corta hubiera elegido unos zapatos abiertos y no tan cerrados.

La integrante de Sex and The City, Kristin Davis, debería aprender más de estilo de su alter ego en la gran pantalla. Y es que ese vestido en malva no le quedaba mal, pero que queréis que os diga: ni fú ni fá. No me llamó la atención, aunque sus peep-toes en color nude eran una auténtica monada.

Y la actriz Emmy Rossum me gustó y mucho. Eligió un vestido ceñido a su cuerpo (puede permitírselo ya que tiene tipazo) en color nude brillante y drapeado. El clutch era un auténtica monada pero no conjuntaba con sus sandalias: éstas eran plateadas y el bolso beige con aplicaciones doradas. Tanto plateado y dorado junto nunca me acaban de gustar.