Just Cavalli en la Semana de la Moda de Milán primavera-verano 2009

Just Cavalli en la Semana de la Moda de Milán primavera-verano 2009
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La Semana de la Moda de Milán arrancaba el sábado con Elena Mirò y sigue su vertiginoso curso que no da tregua ni en Domingo y que llegará a su fin el día 27. La cosa va cogiendo carrerilla poco a poco y va aumentando de intensidad e importancia paulatinamente: ayer les tocaba el turno a las líneas jóvenes, sport y de precios intemedios de diseñadores consolidados como Giorgio Armani (Emporio Armani), Moschino (Moschino Cheap & Chic) o Roberto Cavalli y su línea Just Cavalli.

El rocambolesco diseñador italiano al que le encanta la farándula y al que le gusta vestir a jovencitas y maduras de la misma manera, ha ideado una colección muy light, muy él, muy sexy, muy fresca. Ponible, sí. En el que no faltan las referencias que repite una y otra vez en sus colecciones de manera incansable: el print de leopardo, la inspiración lencera, los dorados, y los vestidos y faldas muy cortas para salir de fiesta.

Su front-row estaba por supuesto plagado de ese círculo de amigos al que les podría cantar esa canción de Amaral que lleva por título "Sin ti no soy nada"...

Pero si hay algo que hace bien Cavalli es ejercer de perfecto relaciones públicas a través de la ropa, y es que siempre tendrá más posibilidades de ser retratada la que vaya más llamativa que no la más guapa; y eso que últimamente el creador de origen toscan está muy comedido, ya no es el que era antes, ahora, parece que prefiere acercarse más lo comedido que a lo extravagante.

Y logra construir looks sensuales, de los que marcan formas y apuestan por las siluetas, pero con bastante prudencia y poniendo enfásis en los colores, que en su caso, son siempre chillones; le encanta combinar rosas con lilas, verdes con azules, o abusar del amarillo.

Aunque lo corto sea lo suyo, los pantalones, esta vez pitillos y baggy pants, están muy presentes, y eso porque ha dado el salto cualitativo de sus arraigados setenta (y sus míticos pantalones acampanados) a los omnipresentes ochenta, a los que también rinde homenaje con los blazers.

Y con las camisas vaporosas, aunque sean totalmente desabrochadas.

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