Una de las chicas malas de Hollywood, una de las petardas mejor dicho del famoseo mundial (Paris Hilton lleva mucho tiempo callada, raro...), celebró ayer su 22 cumpleaños, y desde aquí no podíamos faltar a comentar el estilo que llevaba para su fiesta de los dos patitos.
Para la fiesta, la actriz invitó a sus 100 amigos más cercanos, qué ya es decir. Parece ser que le sobran amigos, o que no sabe elegir cuáles son sus más próximos a ella. Entre los invitados, no podían faltar su novia, Samantha Ronson y por supuesto, su madre, Dina Lohan.
La fiesta fue celebrada en el Hotel Roosevelt, situado en una de las zonas populares de Hollywood. Para tantos invitados, tendría que ser un local enorme. Casi no hay fotografías de los asistentes, pero seguro que dejarían todo el protagonismo a la del cumpleaños, con su vestido rosa chicle, difícil de no ver.
Con un generoso escote en forma de palabra de honor, y con un tiro muy corto, Lindsay Lohan estaba muy sexy para su cita anual. Aún así, yo sigo viéndola demasido prefabricada y con un look bastante hortera en general, por las mechas, por el color de piel, etc. Su pareja, Sam Ronson, no iba mejor que la actriz. Demostrando su varonilidad en cada aparición en público (¿pose o realidad?), escogió de nuevo su ya famoso sombrero, una camisa blanca y unos pantalones negros.
Tuvo que ser una fiesta sonada, pero eso ya queda entre los 100 invitados y las noticias que vengan según avancen los días. Lindsay Lohan con 22 años. ¿Su propósito de este año? A saber...
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