Lujo y pobreza: Louis Vuitton contra una ONG

Lujo y pobreza: Louis Vuitton contra una ONG
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La imagen que veis en este post no es una mala caricatura de Paris Hilton con su perrito Tinkerbell después de haber pasado unas vacaciones al sol en Hawai. Se trata de la nueva (y polémica) campaña de una ONG que trabaja para los niños del Darfur. El lema es “Simple Living” y sus siglas “SL” sustituyen a la LV de Louis Vuitton en el bolso que carga el niño.

Un bolso que se inspira claramente (es una copia descarada) en los monogram color de la firma de lujo francesa, que no ha tardado en reaccionar a la campaña denunciando a la ONG. Muchos lo han criticado, a mí me parece perfecto: si Louis Vuitton pretende proteger su imagen de todo tipo de abuso, no tenía por qué detenerse en este caso. ¿Qué pensáis vosotros?

Está claro que lo que pretendía la ONG (o sus publicistas) con esta campaña era llamar la atención. Objetivo más que cumplido. Sin embargo, tampoco dicen nada que no supiéramos: mientras unos gastan fortunas en un simple bolso o zapatos, otros mueren de hambre, y a veces no tan lejos de lo que pensamos.

Este tipo de campañas efectistas me parecen completamente ruines. No creo que el fin justifique los medios, es decir que estoy completamente de acuerdo en que hay muchos problemas que debemos intentar solucionar (medioambientales, humanitarios y sociales, entre otros) pero no creo que la forma de concienciar a la población y de requerir su ayuda sea acusarla de insolidaria y de pasota.

Lo siento mucho, el hombre funciona así: tenemos deseos. Si no tenemos nada que comer, nuestro deseo es poder alimentarnos. Si tenemos las necesidades básicas cubiertas, nuestro deseo es la PlayStation, el coche del vecino, o los bolsos de Louis Vuitton. Estoy segura de que los responsables de esta campaña también tienen sus deseos materiales y que duermen tranquilos por las noches, a pesar de que cada a segundo de sus sueños muere un niño. De otro modo, no podrían vivir en este mundo (si uno no duerme, se muere), porque funciona así.

Las ONG se han convertido en marcas: hay tantas que tienen que gastar dinero en publicidad para hacerse conocidas. Igual que Danone vende más yogures que una marca blanca, las ONG más famosas son las que más recaudan. Para ello, algunas no tienen el más mínimo pudor en cosificar a los niños que pretenden ayudar, y muestran imágenes de enfermos y hambrientos buscando despertar un sentimiento de culpa y compasión en el espectador. A mí me parece que esto es olvidar sus verdaderos objetivos.

No me mal interpretéis: por supuesto, estoy a favor de la labor de estas organizaciones (al menos, en su mayoría), pero como ya he dicho antes, no creo que todo valga. Me parece que en este tipo de campañas hay cierto tono de superioridad y de condescendencia que me puede. Ante todo, seamos sinceros y honestos: nadie hace todo lo que podría hacerse, ni siquiera los miembros de la ONG, porque “todo lo que podría hacerse” no se puede hacer, así que todos hacemos lo que podemos dentro de lo que dicta nuestra conciencia. Y una foto de un niño necesitado con un bolso de Louis Vuitton no va a cambiar eso.

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