Cuando ni tienes ni quieres pareja y varios años de teletrabajo te han dejado fuera de cualquier circulo social, no queda otra que viajar sola o quedarse en tierra. Sin embargo, es algo que nunca he hecho y que quiero hacer, pero que me da miedo. De hecho, poder descubrir un nuevo lugar a mi ritmo creo que es algo que me gustaría como persona introvertida a la que se le acaba pronto la batería social. Sin embargo, sigue siendo una tarea pendiente que quiero que deje de serlo en los próximos doce meses. ¿Primer propósito para 2024? Sí, y por ello he preguntado en la redacción en busca de una lista de tres países entre los que elegir para empezar.
Islandia
Evelyn Paris
Islandia es famoso por aparecer constantemente entre los primeros puestos de los países con índices más bajos de criminalidad. En general, se producen pequeños hurtos y puede haber carteristas en zonas concurridas como Reikiavik. Sin embargo, el hecho de ser un territorio con poco más de 360.000 habitantes facilita la prevención de actividades delictivas. Además, el ser amables y serviciales con los turistas forma parte de la cultura de los islandeses. Los ciudadanos tienen un fuerte sentido de comunidad, lo que significa que los vecinos se cuidan unos a otros.
Esto último es algo que corrobora nuestra compañera Charlie, que viajó sola a Reikiavik y, desde allí, visitó también otros puntos del país. Ella nos asegura que "la gente es mega simpática y te ayudan mucho". Además, cuenta que se alojó en un hostal en el que pudo conocer a otros viajeros de distintos países y un islandés se ofreció a llevarlos en su coche a distintos puntos.
Por otro lado, sí hay que tener en cuenta que se trata de un país con condiciones meteorológicas extremas, especialmente en invierno. Esto es especialmente relevante porque la los mayores atractivos de Islandia son sus diversos glaciares, volcanes, cuevas y cavernas. Así que conducir y otras actividades al aire libre pueden resultar peligrosas peligrosas si el viajero no está preparado y toma las precauciones necesarias.
Hungría
Anna Hunko
Budapest, capital de Hungría, también es otro de esos lugares a menudo señalado como seguros, especialmente para viajeros solos. No solo por su bajo índice de delincuencia y su atmósfera hospitalaria, también por la buena accesibilidad de su transporte, la facilidad que ofrece para moverse por sus calles y la calidad de sus alojamientos. Es algo que sabemos también de primera mano gracias a otra de nuestras compañeras, que pudo constatarlo en un viaje con amigas en el que, aunque no estaba sola, eran solo mujeres. De hecho, asegura que "la experiencia fue de 10 y sin ningún problema".
Tal vez, lo más importante es elegir bien el alojamiento y la zona en la que este se encuentra. En el caso de Budapest, cuanto más cerca del Danubio, mejor. Y es que uno de los principales problemas a la hora de viajar a cualquier lugar desconocido es que las calles por las que es mejor evitar pasar es un conocimiento no escrito que solo los locales saben y que no aparece en ningún mapa. En Budapest, aunque no es habitual tener sensación de inseguridad, hay zonas que por la noche pueden estar desangeladas.
Holanda
Nastya Dulhiier
Holanda es otro de esos países que hemos podido constatar que su fama de ser un destino megaseguro para viajeros solitarios es auténtico. Sobre todo, para las mujeres. Además, los Países Bajos siempre han sido famosos por su postura abierta con las personas del colectivo LGBT. De hecho, es uno de los países más progresistas del mundo en este aspecto.
No obstante, sabemos lo que estás pensando: ¿y qué pasa con el famoso Barrio rojo de Ámsterdam? Pues incluso viajando sola no tienes que tener miedo de visitarlo. Durante el día, es completamente transitable y seguro. Sin embargo, para conocer este rincón de la capital de verdad hay que esperar a que el sol caiga y sus luces se enciendan. Por suerte, al ser una zona turística, es bastante seguro hasta la medianoche. Además, en invierno oscurece a las 5 de la tarde por lo que puedes ahorrarte lidiar con los borrachos de la zona si vas temprano.
Como en cualquier otra capital europea, hay que tener cuidado, sobre todo, con los carteristas. Por último pero no menos importante, un punto muy positivo para viajeros solos es que el transporte público es una auténtica maravilla.
Foto de portada | Andrey Andreyev
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