El bonito pueblo en el que Ester Expósito pasa "las mejores noches del año": calles medievales, playas tranquilas y naturaleza virgen

En la costa norte de Galicia, donde el Cantábrico se abre en rías, se ubica Viveiro, la villa marinera que Ester Expósito considera su pueblo, tal y como ella misma ha contado en alguna ocasión (la última de ellas en su reciente visita a 'El hormiguero'). A este rincón gallego de la comarca de A Mariña Lucense se escapa cuando quiere desconectar y relajarse, sobre todo en verano. 

Es un destino que tiene enamorada a la actriz no solo porque allí se encuentran sus raíces familiares maternas, sino porque combina el encanto de su pasado medieval, playas tranquilas, naturaleza imponente y una gastronomía que hace honor a la buena fama de la región en este ámbito. Es un lugar perfecto para quienes buscan un respiro en la Galicia más auténtica.

Marina

Un casco histórico medieval de cuento

El centro histórico de Viveiro es un laberinto de calles empedradas, estrechas y con nombres que recuerdan los gremios que las hicieron populares: zapateros, carpinteros, curtidores… Como legado de aquella época también se alzan en ellas joyas patrimoniales como la iglesia románica de Santa María del Campo, de donde salen las procesiones de Semana Santa, o el convento de San Francisco, declarado Conjunto Histórico Artístico.

Por otro lado, las murallas medievales aún conservan tres de sus puertas originales. La más emblemática es la Porta do Castelo, que muestra los blasones de la ciudad. Desde allí se puede dar un paseo  que lleva hasta la Praza Maior, donde el tiempo se detiene bajo las balconadas de piedra y el reloj de sol que preside el Ayuntamiento. Lo cierto es que cada rincón tiene un aire evocador, como la Casa de los Leones, un antiguo pazo renacentista del siglo XVII del que hoy aún queda una elegante fachada.

Marina

Naturaleza gallega en estado puro

Aunque si algo atrapa en Viveiro es su entorno natural. A pocos minutos del casco histórico, el Monte San Roque ofrece una panorámica privilegiada de la ría y el puerto pesquero de Celeiro. Otro imprescindible es el Souto da Retorta, un bosque declarado Monumento Natural, famoso por sus eucaliptos centenarios. Allí crece O Avó, un gigante de casi 70 metros que está considerado el árbol más alto de España.

El litoral tampoco decepciona con sus playas, como Area y Covas, que lucen bandera azul y cuentan con largos paseos marítimos, perfectos para ver caer la tarde. Por cierto, que en Instagram, Expósito ha dicho que en Viveiro ha pasado "las noches del año".

Bernard Blanc

No obstante, para los que buscan rincones más salvajes, también hay playas como Portonovo o Seiramar que ofrecen una versión más solitaria del Cantábrico. Y para quienes disfrutan del senderismo, los alrededores de la ría están salpicados de miradores (como el de Monte Faro o el de A Insua) que regalan más postales para el recuerdo o para presumir en redes.

Tranquilidad pero con agenda cultural 

Aunque muchos llegan a Viveiro buscando paz, lo cierto es que la ciudad  también sabe cómo animar sus calles. Su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, es una de las más impresionantes de Galicia, con 16 procesiones que se remontan a la Edad Media. En el otro extremo literalmente, el Resurrection Fest reúne a miles de seguidores del metal, hardcore y punk donde actúan bandas internacionales como Iron Maiden o The Offspring.

Turismo Viveiro

Aunque a lo largo del año también se celebran otras citas tan singulares como la Festa da Merluza do Pincho de Celeiro, el Mercado Renacentista, la Rapa das Bestas o la romería de O Naseiro, declarada de Interés Turístico Nacional. Además, ningún viaje a Viveiro estaría completo sin explorar sus restaurantes. 

Aquí manda el producto fresco, con la merluza del pincho de Celeiro como protagonista indiscutible. Pescada de manera artesanal, es un orgullo local que aparece en muchas cartas de la zona. A ella se suman mariscos recién llegados de la lonja, carnes gallegas de primera y postres caseros que hacen imposible decir que no. En el casco histórico, restaurantes como O Asador o La Quinta Asador son paradas seguras para quienes buscan sabores tradicionales con un punto contemporáneo, mientras que tabernas familiares como O Recuncho ofrecen la versión más cercana y auténtica de la cocina gallega.

Foto de portada |  Enric Rubio Ros 

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