No vamos a contarte cómo Bill Gates consiguió convertirse en la persona más rica del mundo entre 1995 y 2017, porque cuando creó Microsoft el magnate tecnológico tenía unas costumbres que no recomendaremos a nadie, como trabajar los fines de semana o no tener vacaciones porque no creía en ellas, tal y como explicaba a la BBC.
Pero por suerte para su salud mental, el bueno de Gates se dio cuenta de que trabajar más no te hace más productivo, al contrario. Por eso, a lo largo de los años adoptó hábitos que hicieron que se convirtiera en el rey de la productividad, empleando menos horas para ello. Y son tan sencillos que cualquiera puede copiarlos en su día a día.
Lee todos los días
En la serie documental ‘Bill Gates: Bajo la lupa’ que puedes ver en Netflix, Bill Gates afirmaba siempre llevaba un libro encima. De hecho es conocida su regla de las cinco horas que también aplican en su día a día Barack Obama, Mark Zukerberg o Elon Musk entre otros que confirma lo que la investigación de Thomas Corley, autor de Cambia tus hábitos, cambia tu vida, decía: las personas exitosas no ven la tele, leen más.
“Lo ideal es leer mucho y, con suerte, encontrar una habilidad que disfrutes y que pueda tener un impacto”, afirmaba en una de las sesiones de “pregúntame cualquier cosa”. Con la lectura Bill Gates fomenta el aprendizaje ya que los libros que lee están relacionados con temas que le interesan y que puede aplicar en su trabajo.
Hay decenas de recomendaciones en su cuenta de Instagram, pero podemos adaptar nuestras lecturas a nuestros propios intereses. Por ejemplo, leer sobre psicología es algo que hago habitualmente ya que escribo temas relacionados con ella, y ese aprendizaje activa partes del cerebro asociadas al sistema de recompensa y a la generación de dopamina, lo que según investigaciones publicadas en Neuron, nos ayuda a alcanzar objetivos.
Si te falta tiempo para leer, te recomendamos pasarte a la regla de los 90 minutos y hacer descansos más habitualmente. En ese tiempo, leer es una opción excelente para desconectar la mente. No te preocupes si no te van los libros densos, porque la lectura, de lo que sea, tiene muchísimos beneficios como aumentar la creatividad, estimular la memoria (y hasta prevenir la demencia según este estudio publicado en Neurology), activar la empatía, reducir el estrés y mejorar la toma de decisiones.
Ten un propósito
Es lo que persigue el concepto Japonés de Ikigai, tener un propósito en la vida. En el caso de Bill Gates, su propósito era trabajar en algo que le gusta y disfrutar haciéndolo, como bien afirmaba en esta entrevista. Pero lo cierto es que no hace falta que tu propósito sea relacionado con tu trabajo para que te afecte en él.
Existe una creencia de que el éxito está en encontrar el trabajo de tus sueños, pero podemos conseguir ser más productivas sin ese factor. Si tenemos un propósito vital y trabajamos para conseguirlo, seremos más felices, y la felicidad y la productividad están directamente relacionadas según este estudio de la Universidad de Warwick que afirma que estar felices y motivados nos hace un 12% más productivos.
Medita a diario
Ya te contamos que meditar ayuda con la productividad y la memoria y Bill Gates lleva años con este hábito en su vida. Consigue además reducir el estrés y mejorar su concentración en el trabajo. A nivel cognitivo, la meditación es capaz de mejorar la estabilidad emocional y optimizar el rendimiento cognitivo.
Duerme bien
El sueño y un descanso adecuado es clave para trabajar mejor cada día. Contar con una buena rutina de sueño es vital pero igual que lo es cenar ligero, planificar el día siguiente o hacer una desconexión digital antes de dormir.
Bill Gates tardó años en darse cuenta, después de vivir en una constante de pocas horas de sueño pensando que ese era un sinónimo de productividad. Pero lo cierto es que la falta de sueño aumenta los niveles de estrés, nos hace equivocarnos más y también nos lleva a estar más cansados e irritables, lo que repercute de forma directa en nuestra productividad.
Tras saber que su padre padecía Alzheimer, Bill Gates comenzó a estudiar sobre la importancia del descanso a nivel cerebral, y también sobre la salud mental como explicaba en el primer episodio de su podcast. Ahora duerme al menos siete horas al día y eso marca la diferencia.
Como verás, muchas veces aprendemos mejor a ser productivos después de años siendo improductivos. Y Bill Gates es la prueba de que cambiando nuestros hábitos podemos conseguir resultados mucho mejores en el trabajo y en nuestros niveles de productividad.
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Fotos | Instagram @thisisbillgates
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