Moisés Oliva, sexólogo, explica cómo mejorar la vida sexual a partir de los 50: "en esta etapa el deseo no se reduce, se amplía"

La idea de que el deseo sexual decae irremediablemente con la edad ha sido durante décadas uno de los grandes mitos que han pesado sobre la sexualidad en la madurez. Durante mucho tiempo, cumplir años ha sido sinónimo de desaparecer del imaginario erótico. Sin embargo, la realidad es mucho más rica y diversa: el deseo no se extingue, se redefine. Y en muchos casos, florece.

Hoy, con más información, menos tabúes y un mayor interés en el bienestar integral, hablar de sexo después de los 50 ya no es una rareza, sino una necesidad. Porque sí, hay vida sexual más allá de la menopausia, de la andropausia, de los cuerpos normativos, e incluso más allá de las relaciones convencionales. Es cierto que a partir de los 50 se producen una serie de cambios hormonales tanto en el hombre como en la mujer, pero esto no implica el fin de la vida sexual, de hecho, la etapa adulta puede ser un momento de redescubrirse y potenciar la sexualidad, teniendo una experiencia de esta muy positiva.

En el caso de las mujeres, la bajada de estrógenos propia de la menopausia puede provocar sequedad vaginal o molestias durante las relaciones. En los hombres, una disminución progresiva de la testosterona puede influir en la frecuencia de las erecciones o en el deseo general, y aunque la mayor parte de los hombres de 50 se sigan sintiendo vigorosos, muchos pueden notar que su erección no es tan firme como lo era años atrás.

Además, a partir de los 50, la calidad de vida, el estado emocional, la pareja, la autoestima y la salud general influyen mucho más en el deseo sexual que la edad cronológica. El estrés, la depresión, los problemas de pareja o ciertas enfermedades crónicas pueden afectar notablemente al apetito sexual, tanto o más que los cambios hormonales.

Una sexualidad más consciente, más libre

Muchas personas afirman disfrutar más del sexo a partir de los 50 que en décadas anteriores. ¿La razón? La experiencia. Con los años, se gana confianza en el cuerpo, en los propios gustos, y en la comunicación con la pareja (si la hay). Se pierden inseguridades, se relativiza la importancia de la estética, y se prioriza la conexión emocional y el placer compartido.

Además, muchas mujeres descubren que su sexualidad florece tras la menopausia, cuando ya no hay miedo al embarazo y las prioridades cambian. En el caso de los hombres, el foco pasa de la potencia física al encuentro íntimo, al juego erótico y a la comunicación. La madurez, lejos de ser un obstáculo, puede ser un catalizador para una sexualidad más plena y consciente.

A los 50 el deseo se transforma

Para saber más de este tema y romper tabúes, desde Trendencias hemos hablado con el sexólogo Moisés Oliva González. Durante la conversación con él, lo primero que quiere dejar claro es que "hay que tener en cuenta la sexualidad sigue siendo un tema tabú, del que no se habla, y en la edad adulta, menos aún, seguimos creyendo que la sexualidad, y por ende, el deseo, sólo está presente en personas jóvenes, obviando la realidad, en este caso de las personas adultas".

Por eso, el sexólogo recomienda hablar abiertamente, plantear dudas, sin miedo a que nuestra sexualidad pueda ser cuestionada, ya que es importante romper estigmas, y tener espacios donde nos podamos sentir seguros y seguras, para compartir también, esta dimensión tan importante de nuestra vida.

Para este experto en sexo, a partir de los 50 el deseo no desaparece, más bien se transforma. "Es importante entender que el deseo no es algo que se daba dar de forma espontánea. En ocasiones es necesario trabajar y esforzarse para que este surja o aparezca, y esto no implica que haya un problema con él,  simplemente se da de una manera diferente".

Según Moisés Oliva, mientras que en etapas como la adolescencia el deseo parece estar siempre presente y lo físico tiene un poder importante, a partir de los 50 el deseo se muestra diferente, ya que "da espacio también a lo afectivo y a lo relacional, aunque sin olvidar lo físico, por supuesto. Pero frente a la creencia de que el deseo se reduce, en esta etapa sucede justo lo contrario, se amplía". De hecho, hay personas de 50, 60 y 70 años que pueden tener una vida sexual más plena que personas de 30.

Cada persona es diferente, y el deseo también lo será

Para el sexólogo es necesario entender que el deseo no se dará igual en todas las personas, ni tampoco se mostrará de la misma manera, "ya que cada persona es diferente, y por lo tanto, su deseo también lo será. Esto implica la necesidad de que cada persona pueda entenderse y conocerse, explorarse y comunicar aquello que le gusta, desea o apetece". Para este experto, las comparaciones nunca han sido buenas, y en esto del sexo, menos aún. No podemos compararnos con amigos/as o dejarnos llevar por lo que escuchamos, es importante, ser conscientes de esa individualidad, y de la necesidad de que cada persona pueda vivir su sexualidad de forma plena y libre.

Para Moisés Oliva, es importante "romper con las construcciones sociales, donde el deseo se vincula a un físico concreto. El deseo a la eterna juventud, conocer nuestro cuerpo, cuidarlo, explorarlo y aceptarlo en el proceso que va viviendo, es esencial para poder continuar sintiendo deseo".

En este sentido, quizás el problema no sea el deseo, si no la idea que tenemos sobre él y sobre la sexualidad, una sexualidad centrada tan sólo en lo genital, en la práctica de la penetración, algo que "nos habla de pobreza en nuestra erótica". En cambio, si somos capaces de ir construyendo una sexualidad amplia, con prácticas diversas, que nos permita explorar, conocer y comunicarnos, lo tendremos más fácil en esta etapa vital donde experimentaremos cambios.

El sexólogo señala que la etapa adulta supone una oportunidad para poder dedicarnos más tiempo a conocernos, explorarnos y encontrarnos con otras personas, lo que hace que podamos vivir una sexualidad, donde el placer esté más presente, una sexualidad no finalista que busque únicamente el orgasmo, si no que disfrute del proceso.

Consejos para mejorar la salud sexual a partir de los 50

A la la hora de mejorar la sexualidad a partir de los 50 hay una serie de herramientas claves que pueden ayudar a mejorar tu deseo y la calidad de tus relaciones sexuales.

• Si tienes pareja, es importante mantener una comunicación abierta y constante con tu pareja sobre tus gustos, fantasías y sobre cómo te encuentras, rompiendo tabúes y esa falta de confianza que se tiene en muchos casos. De esta manera, además de mejorar la calidad de tus relaciones también fortalecerás el vínculo emocional con tu pareja.
• Es clave tener paciencia y adaptarse y ser flexible antes los cambios que está viviendo tu cuerpo. Y además, hay que hacerlo sin presiones y sin sentir agobio ni presiones que muchas veces nos autoimponemos a nosotros mismos.
• Es importante que te enfoques en disfrutar y sentir placer, explorando y disfrutando de todo el proceso y no solo centrarte en la penetración y en el orgasmo para evitar convertir cada relación en una prueba de resistencia o de superación.
• Durante esta etapa, muchas parejas descubren nuevas formas de disfrutar la intimidad mediante el intercambio de caricias, besos o masajes, que ayuda a intensificar la conexión emocional y pueden ser igual o más gratificantes que a los 30 o a los 40.
• Dentro de esos cambios, experimenta nuevas sensaciones, estimula tu mente, prueba nuevos juegos y posturas sexuales, o juguetes y accesorios con los que nunca te habías atrevido.
• También es importante que hagas uso de lubricantes y geles adecuados para disfrutar y potenciar más el placer, no sólo durante la penetración, si no, durante los juegos y prácticas como masajes.
• En algunos casos, acudir a un sexólogo o sexóloga para trabajar el deseo puede resultar muy beneficioso de cara a mejorar la vida sexual.

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