A partir de los 50 es cuando los signos de la edad se hacen más evidentes en nuestro rostro, de hecho, existen muchos factores por los que nuestra piel puede envejecer más rápido: el sol, una mala alimentación, malos hábitos... Por supuesto, la cosmética es de gran ayuda, mantener una vida saludable y ser estricta con la rutina de cuidados faciales diarios, pero otra de las opciones de combatir el envejecimiento cutáneo son los tratamientos médico estéticos. “La medicina estética nos permite llegar allí donde la cosmética no llega, permite al paciente conseguir grandes resultados de forma muy segura y sin necesitar pasar por una recuperación”, nos dice la Dra. Candy Hernández, experta en medicina estética y directora del centro Candhé Clinic.
Uno de los principales motivos que provoca el paso de los años los niveles de colágeno y elastina disminuyen, la piel se vuelve más fina, perdemos grasa natural… lo que se traduce en flacidez, falta de luminosidad o aparición de manchas y arrugas. Precisamente el colágeno, parece haberse convertido en el santo grial de la piel. Muchas cremas cosméticas lo incluyen entre sus principios activos, pero en realidad, este se queda en las capas más superficiales de la piel por lo que, según nos dice la doctora, “lo único que puede hacer el colágeno en cosméticos es ayudar a mantener la piel hidratada”.
Por su parte, el colágeno como suplemento alimenticio también ha logrado captar muchísima atención entre el público en general y, de hecho, muchos nutricionistas lo recomiendan para la recuperación muscular y mejorar el aspecto de la piel. La Dra. Hernández recomienda que, “si optamos a tomar alguna suplementación de colágeno, lo ideal es elegir marcas que utilicen colágeno fabricados bajo firmas que sí tengan estudios sobre la relación entre la suplementación con colágeno y su efecto sobre la piel. Aún así, la literatura científica es muy escueta y aún no está del todo claro cuales son los beneficios de los suplementos de colágeno”, advierte.
Cuáles son los tratamientos médico estéticos más demandados a partir de los 50
Entonces, ¿cuál es la mejor forma de utilizar el colágeno para ver beneficios en nuestra piel? La medicina estética se presenta como una de las mejores soluciones, de hecho, hay tres tipos de tratamientos que son los más utilizados en personas mayores de 50 años que quieren revitalizar su rostro para devolverle un aspecto saludable y esa luminosidad y lozanía que la piel va perdiendo con el paso de los años.
Los rellenos de ácido hialurónico
La doctora comienza hablándonos de los rellenos con ácido hialurónico, lo cuales se utilizan para conseguir devolverle al rostro sus volúmenes naturales que perdemos con la edad. “Cuando se utilizan correctamente, rejuvenecen el rostro consiguiendo que el óvalo facial se vea bien definido, con aspecto de juventud”, recalca la doctora. “Se trata de rellenos temporales que se infiltran de forma mínimamente invasiva y que son indoloros. El paciente vuelve a su vida normal así que sale de la consulta”, nos dice.
Los inductores de colágeno
Como decíamos, una forma de utilizar el colágeno y que este realmente funcione en nuestra piel siendo capaz de ver resultados es realizando este tratamiento. La doctora nos explica que los inductores de colágeno, “son distintos compuestos que con su infiltración promueven la formación de colágeno nuevo en la piel”. Pero, ojo porque este tratamiento es a medio plazo, es decir, “la estimulación del colágeno ocurre durante los meses después del tratamiento, de forma una progresiva ya que se va consiguiendo que la piel se vea más sana, más tersa y de mayor calidad”. De hecho, parece ser que este es uno de los tratamientos más demandados entre las mujeres de pieles maduras, sobre todo, en edades a partir de los 50 años, nos comenta la doctora, ya que, como decíamos “la piel ya no genera colágeno naturalmente como ocurre en la juventud y los inductores de colágenos son los que estimulan su producción”.
Los hilos tensores
Y, por último, entre los tratamientos más demandados por las mujeres en esta franja de edad encontramos los hilos tensores, nos dice la Dra. Hernández, que se trata de “unos filamentos de grosor parecido al de un cabello hechos de materiales biocompatibles y reabsorbibles que consiguen un efecto lifting reafirmando la piel, devolviéndole al rostro sus formas de juventud”. Con este tratamiento se apunta directamente a atacar a "la flacidez, se alisan las arrugas de expresión y otros pliegues, y la expresión facial queda totalmente natural y rejuvenecida. Su colocación es muy sencilla y el paciente vuelve a su rutina normal tras el tratamiento”, asegura la doctora.
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