El amor de verano no es algo que inventaran Sonia y Selena, sino que es fruto de un cóctel de hormonas que se activan cuando los días se hacen más largos, según el psiquiatra Scott Haltzman. Las hormonas que se segregan, predisponen al ser humano a un maor contacto social y aumentan la libido, lo que explica que en verano, nos entren más ganas de ligar.
De hecho es la época del llamado summer shading, una práctica en la que las personas solteras evitan las relaciones románticas y series con otras personas en pos de las aventuras fugaces. Por así decirlo, ponemos las relaciones serias a la sombra, prefiriendo en verano apostar por las relaciones con fecha de caducidad.
Es posible que este verano tú hayas vivido este tipo de amor y hayas apostado por las citas esporádicas y que ahora, con septiembre encima, sea hora de poner punto y final a vuestra relación de amigos con derechos, de ligue, de situationships o de como quiera que hayáis decidido llamarlo.
Pero no debería ser un drama, especialmente si hemos seguido estos consejos para disfrutar de un amor de verano (de verdad) sin que su final nos haga sufrir y hemos afrontado la relación con responsabilidad afectiva, algo que debería existir entre cualquier personas siempre existe algún tipo de vínculo, por mínimo que sea.
Cómo usar la técnica del sándwich en un amor de verano
No debería ser necesario que te recordaramos esto, pero nada de ghosting, por favor. En lugar de hacerlo, comunica desde el inicio tus intenciones y se clara y sincera con lo que buscas y sobre todo, con lo que estás evitando: las relaciones serias. La comunicación en estos casos es más que prioritaria, es imprescindible, y la única forma de evitar un drama en la ruptura.
Necesitamos poner límites y no dar por sentado que ambos sabemos que se trata de una relación esporádica que no va a ir en serio. Si es lo que buscamos, hablemos y expliquemos lo que queremos y lo que no. Y de la misma manera, si algo en esos sentimientos cambia, hablemos, que las palabras son gratuitas y nos van a ahorrar más de un problema.
Para facilitar esa comunicación podemos usar la técnica del sándwich de la que ya te hablamos cuando te explicamos cómo decir que “no” en el trabajo. Te recuerdo en qué consiste esta técnica de comunicación y te pongo un ejemplo de cómo sería. Se trata de comunicar lo incómodo haciéndolo entre dos cosas positivas. Empezamos con algo positivo, luego lo negativo y terminamos con otra cosa positiva. Por ejemplo: “me estoy pasando genial contigo, pero no busco una relación a largo plazo ni ningún compromiso. Pero me encantaría seguir pasando tiempo contigo si te parece bien porque me pareces una persona divertidísima”.
La comunicación siempre será la mejor herramienta para las relaciones, especialmente si queremos evitar que un amor de verano nos haga sufrir o que provoque sufrimiento en otra persona.
Foto | Anastasiia Rozumna, Toa Heftiba y Masha S en Unsplash
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