No seremos nosotras las que te digas que seas infiel y no mires con quién, porque si algo hemos aprendido de Shakira, de Miley Cyrus y de nuestra propia experiencia, es que la infidelidad solo tiene un resultado posible y es romperle el corazón a quien la sufre.
Si te ha pasado y estás en la mierda, sabes bien de lo que hablamos. Por muchos consejos para superar una ruptura, cuando lo que ha pasado es que terceras personas se han colado en la relación las excusas se quedan vacías aunque las respalde la ciencia.
Y es que precisamente es la ciencia la “culpable” de la última excusa que podemos recibir cuando nos ponen los cuernos: “cari no es culpa mía, es que la infidelidad se hereda y no puedo hacer nada contra los genes”.
Parece una excusa salida de El diario de Patricia, ese programa que nos dio tantísimos buenos momentos como estos, pero el llamado "gen casanova" parece existir de verdad según algunos estudios, y podría (y ojo, que hablamos de posibilidad) ser el responsable de la infidelidad.
El infiel, ¿nace o se hace?
Ya te explicamos que la dopamina es un neurotransmisor conocido como "la hormona del placer" no solo vital para que las neuronas se comuniquen entre sí, sino para regular nuestro estado de ánimo. Está vinculada a sensaciones positivas como la alegría o la euforia y nos estimula para buscar y realizar actividades agradables. Como el sexo.
Pues bien, este estudio desveló que existe una asociación entre la variación del gen del receptor de dopamina D4 (el gen DRD4) con la infidelidad y la promiscuidad sexual. La presencia de este gen provoca variaciones en la producción de dopamina en el cerebro reforzando determinadas actitudes. De hecho el estudio afirma que las personas con el genotipo DRD4 VNTR con al menos un alelo de 7 repeticiones (7R+) tienen una mayor tasa categórica de comportamiento sexual promiscuo y un aumento de más del 50% en los casos de infidelidad sexual.
Otro estudio de la Universidad de Queensland publicado en la revista científica Evolution and Human Behavior explica que la infidelidad femenina también tendría razones genéticas que en esta ocasión se relacionan con una mutación del gen receptor de la hormona vasopresina, relacionada con la confianza, la sexualidad y la empatía. Así el estudio revela que el 63% de los hombres y el 40% de las mujeres pusieron los cuernos a sus parejas por culpa de sus genes hereditarios.
El llamado “gen casanova”, según investigadores del Instituto Max Planck de Alemania, no solo existe sino que se transmite por el gen masculino. Son nuestros padres los que nos “pasan” la tendencia a la promiscuidad sexual pero cuidado, que la ciencia no es excusa para ser infiel a tu pareja ni mucho menos. Ser infiel o no serlo siempre, y digo siempre, es una elección. Si le pones los cuernos a tu pareja, independientemente del motivo por el que lo hagas y aunque la ciencia te respalde, será responsabilidad tuya.
Españoles, la monogamia ha muerto
Quizá el problema con las infidelidades es que las relaciones han cambiado en los últimos años, la monogamia ha muerto y nos resistimos a tener una relación abierta sexualmente con nuestras parejas, bien por el miedo al qué dirán o porque no nos atrevemos a tener esta conversación con nuestras parejas.
Según una encuesta realizada por JOYclub el 60% tiene o tendría una relación abierta sexualmente, frente al 33% que prefiere escoger la monogamia o un 12% que opta por el poliamor. Según Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub España, "cada vez más personas deciden tener relaciones no-monógamas y esta es una alternativa bien vista para más gente cada día. Esto no implica que el camino de la no no-monogamia sea fácil: en muchos entornos sociales se sigue viendo cómo algo negativo y muchas somos juzgadas por elegir amar libremente”.
Tal vez el príncipe Guillermo le esté dando esta excusa a Kate Middleton ahora que hay rumores de su infidelidad, porque solo repite los errores de su padre, el rey Carlos, que fue infiel a Lady Di. Lo que sí está claro es que si tú decides por tu parte tener otras relaciones sin que tu pareja lo sepa, estás siendo infiel. Diga lo que diga la ciencia.
Fotos | Kenny Eliason, George Coletrain y Brooke Cagle en Unsplash
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