Mucho más que clítoris y vagina: el mapa de placer definitivo de la vulva y siete claves para conseguir orgasmos de traca

Anatomia De Un Cono Partes De La Vulva Y Como Tocarlas
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Cuando estudiaba ciencias naturales en el colegio recuerdo que llegó el momento de hablar de los genitales femeninos y masculinos, y la explicación de la profesora fue: los niños tienen pene y las niñas, vagina. Por suerte esa señora está jubilada.

Con ese miserable acercamiento a la anatomía del ser humano, me vi en la obligación de coger un espejo y ver qué era lo que tenía ahí abajo. Y no parecía que hubiera solo una vagina. La vulva, el nombre que tendría que haber usado la profesora, es mucho más que una de sus partes.

Comenzaremos diciendo que existen tantas vulvas como personas con vulva (porque sí, no solo las “chicas” pueden tener una vulva) y cada una es diferente. Conocerla es conocerte y mapearla para aprender todas sus partes y el placer que pueden darte, es un acierto.

La vulva no solo incluye la vagina, también los labios que la rodean (mayores y menores), el clítoris y la uretra, anatómicamente hablando. Podríamos decir que en la vulva encontramos la parte externa de los órganos reproductivos que vemos en esta imagen.

Remake Vulva 480x480 F138c9fc F8fc 4a05 8384 54971484d515 480x480 Imagen de Platanomelon

Y ahora coge papel y lápiz, o un espejito para ir viendo en directo dónde está cada zona, que vamos a darte la clase de anatomía definitiva con algunos trucos para estimular cada zona.

La vagina, el centro de atención (hasta ahora)

La parte que separa la zona externa de la vulva y el cuello uterino es la vagina. Es el canal de parto y durante años ha sido el centro de atención en el sexo porque lo importante era meter y sacar como en una porno, escuela sexual que sigue sustituyendo a que en realidad debería darse en los colegios. Reducir la vulva solo a una vagina es dejar el 100% del placer en manos de la penetración y eso, amigue, no es para nada real. Por suerte con mucho trabajo y con algo de ayuda de los succionadores de clítoris estamos consiguiendo quitar esta idea del imaginario colectivo.

 

Y es que un coño es mucho más que una vagina. Esta zona elástica puede tener mucha sensibilidad en la parte más externa, la que contiene el 90% de las terminaciones nerviosas, pero es más que posible que no sea tu zona más erógena.

La forma de estimularla puede ser con uno o dos dedos, girando en el interior de la vagina de una forma suave. También existen juguetes que emulan la penetración, como Lucas de Platanomelon, un vibrador conejito con efecto calor.

Vibrador conejito con efecto calor corporal

Dentro de la vagina nos encontramos varios puntos erógenos y con una alta sensibilidad que podemos toquetear para buscar más placer: el punto G, el A y el K.

El llamado punto G es en realidad una parte del clítoris a la que puede accederse a través de la vagina ya que es donde la pared frontal de la vagina entra en contacto con la estructura interna del clítoris. Se trata de una zona algo más rugosa al tacto y a unos 3-5 centímetros de la entrada vaginal.

Para estimularlo metemos uno o dos dedos con la palma de la mano hacia arriba y hacemos un gesto de flexión, como si dijéramos “ven aquí”, a lo Neo en Matrix. También podemos hacernos con un juguetito como Ola de Platanomelon, un vibrador vaginal pensado para estimular el punto G.

Vibrador vaginal para la estimulación del punto G

El punto A se localiza a unos 7’5 centímetros de los labios vaginales, en el interior de la vagina y rozando el cérvix (la zona que separa la vagina del útero) si colocamos nuestros dedos mirando hacia el ombligo. Con los dedos es algo complicado llegar, así que podemos usar un juguete sexual con una pequeña curva en la punta para estimularlo. Un par de ejemplos son el vibrador Lyo o el Moka de Lelo.

Vibrador conejito con triple estimulación

Vibrador vaginal Moka Cerise

El punto K está ubicado en la parte final de la vagina, también tocando el cérvix, pero en la parte inferior y más alejada del ombligo. No es fácil, pero si trabajamos el suelo pélvico con ejercicios de Kegel podemos facilitar su acceso al fortalecer la zona. Podríamos decir que es el nivel avanzado, pero no un imposible. Practicar como si fuéramos a las olimpiadas del placer es la mejor manera de pasarnos este nivel del juego.

El clítoris, la estrella emergente

El reinado de los succionadores de clítoris ha llegado y gracias a ellos muchos han descubierto el botón de la felicidad. Y aunque estos aparatitos también tienen sus detractores, no se les puede negar la importancia que han tenido para dar a conocer a esta parte de la vulva.

El clítoris se encuentra en la parte superior de la vulva y es un órgano eréctil con una estructura interna que envuelve la vagina. Como ocurre con el pene, tiene unos vasos cavernosos que se llenan de sangre con la excitación sexual. Sobre el clítoris encontramos un glande que lo cubre y que da acceso a la parte externa del clítoris. Cuando nos excitamos, el glande baja, deja ver el clítoris y yass, welcome pleasure.

 

No creo que a estas alturas de la película tenga que explicarte cómo estimular el clítoris. Solo te diré que Sila, de LELO, es un aliado perfecto para la estimulación de esta zona, aunque con tus manos, un cojín o el chorro de la ducha también puedes hacer maravillas.

LELO Sila Aqua Masajeador Sónico, Vibrador Impermeable para Mujer, Estimulación Externa Suave, con 8 Niveles de Vibración 105 g

Los labios mayores y menores

Cubriendo la vagina encontramos los labios mayores y menores. Los segundos se encuentran bajo los primeros, y los primeros son esa zona de la vulva en la que nos crece pelo (pelo que es importante para evitar infecciones, por ejemplo).

El trabajo de los labios es el de proteger a las estructuras y aberturas a las que rodean, pero eso no significa que no sean sensibles. Quien planeó la vulva pensó “hagámoslo divertido”, y esta zona tiene una gran sensibilidad que podemos estimular con caricias, por ejemplo, o con un vibrador como el Neo Plus.

Bala vibradora Neo Plus

 

Y ahora algo de vital importancia: no existe la forma perfecta ni los labios ideales. Cada persona tiene una vulva diferente y unos labios diferentes. Algunos asimétricos, más grandes, más pequeños, con los interiores asomando por los exteriores, más turgentes o menos. Lisos, rugosos, gruesos, finos… los labios vaginales son como nuestra huella dactilar: únicos y perfectos tal y como son.

El Monte de Venus

Este área carnosa se sitúa por encima de los labios, está cubierta de vello púbico y también es una zona sensible. En realidad cualquier parte del cuerpo puede estimularse, y esta no iba a ser menos.

El desconocido punto U entre la uretra y la vagina

Es importante que sepas que el pis no sale por la vagina, sino por la apertura de la uretra situada en la parte superior de la vagina si miramos la vulva de frente, justo entre el clítoris y la vagina. Pues bien, entre la uretra y el clítoris se encuentra el punto U, un tesoro escondido lleno de terminaciones nerviosas que podemos estimular fácilmente con los dedos para hacer bailar a nuestra vagina. Tócalo con un timbre (presionando y soltando suavemente), acaricialo o usa un vibrador.

Y si aún no te aclaras con lo que tienes ahí abajo (o con la vulva que tienes frente a ti), prueba a mirar mejor, por ejemplo con este kit de Platanomelon.

Mirar tus genitales, tocarlos, explorarlos y disfrutarlos es la mejor forma que puedes encontrar de hacerte cargo de tu placer y darte todos esos orgasmos que te mereces. Y queride, son muchos.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

Fotos | Deon Black en Unsplash, Platanomelon

Inicio