Anabel Palomares
EditorEl catálogo de Netflix es tan extenso que es fácil perderse series interesantes, como la que te proponemos hoy. Después del increíble éxito de ‘El juego del calamar’, que sigue siendo una de las series más vistas de Netflix en toda su historia, llegaba a la plataforma una serie de ciencia ficción japonesa en la que la muerte y el juego se unían de nuevo. Se llama ‘Alice in Borderland’, y triunfó tanto que la serie estrenó una segunda temporada y ahora, una tercera que se acaba de estrenarse y supondrá el final definitivo para esta historia.
Dirigida por Shinsuke Sato y basada en el manga homónimo de Haro Aso, no pude evitar al verla que me recordara a una de las mejores series de HBO Max, porque al igual que en 'The Leftovers', la historia comienza con una extraña desaparición de toda la población. O de casi toda, porque cuando tres de los protagonistas, Ryohei Arisu (Kento Yamazaki), Daikichi Karube (Keita Machida) y Chota Segawa (Yuki Morinaga), están huyendo de la policía y se esconden en un baño, un apagón del lleva a un Tokyo desierto en cuestión de minutos y sin saber por qué.
Lo siguiente que ocurre es que aparecen unos juegos como por arte de magia en los que la regla común para todos es sobrevivir a toda costa. Esta vez los juegos no son infantiles como en la serie coreana, sino más bien inspirados en videojuegos pero con mucho gore, mucha muerte y algo de drama. Los protagonistas están forzados a sobrevivir participando porque, si no lo hacen, morirán. El problema es que si participan, también pueden morir.
La historia, centrada en el ingenio que tienen que seguir los participantes en cada prueba contra un game master que se divierte viéndolos caer, tiene reglas parecidas a la fantástica 'Battle Royale', una rareza distópica de culto que cautivó a Quentin Tarantino y que era una especie de Gran Hermano sangriento y a lo grande. Siguiendo la misma premisa, ‘Alice in Borderland’ se ha convertido en la serie japonesa más vista de la plataforma.
No esperes una serie de Emmy, porque lo que propone Shinsuke Sato es más entretenimiento puro que otra cosa. Pero personalmente, no tengo nada que objetar porque si el objetivo es entretener, esta serie cumple con creces lo que promete. Un agradable pasatiempo con pruebas nos recuerdan a 'Escape Room' o 'Cube' que se convierte sin esfuerzo en una serie adictiva perfecta para quedarse en casa y olvidarse del mundo en esta distopía.
La tercera temporada nos advierte de algo: "no estáis preparados para el juego final". Prepara las palomitas que este fin de semana, no se sale.
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Fotos | Alice in Borderland (Netflix)
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