Si no has oído hablar del SIBO es muy probable que lleves sin Internet un año. No se habla de otra cosa en TikTok y explicaría esos hinchazones de tripa que ya no sabes porque te ocurren. Todo el mundo se está haciendo las pruebas. Pero, ¿qué es el SIBO? Te cuento sus síntomas, porque es viral y cuánto tiene de realidad y cuánto de moda en redes sociales.
La red social está repleta de testimonios de mujeres que aseguran sufrir SIBO y le atribuyen una serie de síntomas con los que muchas estamos familiarizadas: diarrea, hinchazón, dolor de tripa, mala digestión una distensión abdominal desmesurada. Un trastorno muy conocido entre la comunidad médica cuyas pruebas para diagnosticarlo no paran de crecer.
El auge de vídeos en redes sociales, especialmente en TikTok, ha hecho saltar todas las alarmas y ha puesto la atención de todas en este síndrome intestinal. Muchas chicas jóvenes (y no tan jóvenes) han visto en el SIBO una razón para sentirse hinchadas continuamente y la avalancha de vídeos de tiktokers no para de crecer.
Qué es el SIBO
SIBO son en realidad las siglas en inglés de Small Intestinal Bacterial Growth que, dicho en castellano, es un sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. Según los profesionales de la Clínica Mayo, este sobrecrecimiento se da cuando hay "un aumento anormal de toda la población bacteriana en el intestino delgado, en particular de los tipos de bacterias que no se encuentran comúnmente en esa parte del tubo digestivo."
Este crecimiento bacteriano fuera de lo común se origina cuando se ralentiza el paso de alimentos y desechos por el aparato digestivo, ya sea por culpa de una enfermedad o una cirugía. Con ello se crea un entorno perfecto para la aparición de bacterias, que pueden causar diarreas y otros síntomas.
El SIBO ha existido siempre, pero todavía genera mucha controversia por lo difícil que es diagnosticarlo, debido a su gran variedad de síntomas. Así lo sugieren investigaciones como la del National Center for Biotechnology Information, que asegura que hay falta de consenso y entendimiento de esta enfermedad y sus pruebas médicas no son aún fiables al 100%.
Los síntomas del SIBO
Nuestro intestino está repleto de bacterias, necesarias para el correcto funcionamiento de la digestión y de nuestro organismo. Pero cuando la microbiota se altera puede traducirse en el SIBO. Según un estudio de National Geographic, el SIBO engloba síntomas tan variados como la distensión abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso, sensación incómoda de saciedad, inflamación, diarrea o gases.
Todos ellos son poco específicos y coinciden con otros desórdenes gastrointestinales, como la celiaquía o el síndrome del colon irritable. Su ambigüedad y la confusión en torno a él es lo que ha llevado a este boom en redes sociales de gente afirmando sufrirlo sin un diagnóstico experto o sin conocimientos de medicina.
Cómo se diagnostica el SIBO
Para diagnosticarlo hay que comprobar el aumento de las bacterias en el intestino delgado. Según la Clínica Mayo, hay dos formas de hacerlo: el test de aliento y la endoscopia.
El test de aliento
Es la comprobación de SIBO más común de todas, porque no es invasiva con el cuerpo humano. Según los expertos de la Clínica Mayo, consiste en ingerir una mezcla de agua y glucosa para después recoger el hidrógeno y metano que espiramos. Si estos indicadores aumentan rápidamente, esto podría indicar un aumento de bacterias en el intestino.
Al ser el más común hemos podido hablar con una paciente que se hizo las pruebas de SIBO. Su nombre es Lisa Lopes y nos cuenta que no basta con hacer el test, que hay una preparación previa. Hay que estar en ayunas 12 horas, solo se puede beber agua.
"No solo es una cuestión de dieta. Tampoco se puede fumar ni lavarse los dientes antes de las pruebas. El test es sencillo, pero requiere una toma de muestras de 3 horas de duración así que se hace largo. Al llegar al laboratorio te dan una solución de lactulosa y/o glucosa para después soplar en un contenedor. Esto se repite seis o siete veces cada media hora. Al final di negativo."
Sin embargo, aunque eficaz y rápido, el test de aliento no descarta otras enfermedades del tracto intestinal con síntomas similares y así lo confirman desde la Clínica Mayo. Esto es debido a que indica el aumento bacteriano, pero no la causa de dicho aumento.
La endoscopia
Esta prueba es la más concluyente de todas, pero los expertos afirman que no suele practicarse mucho porque es muy invasiva para el paciente y requiere anestesia. Consiste en introducir un tubo largo y flexible por la garganta y a lo largo de todo el aparato digestivo, hasta llegar al intestino delgado. Ahí se recoge una muestra de fluido intestinal para hacer las pruebas médicas.
Aquí radica la principal complicación para diagnosticar el SIBO, que de sus dos métodos de diagnóstico uno es invasivo y caro, por lo que no suele pedirse. Y el otro es fácil y rápido, pero un resultado positivo no significa necesariamente que sea SIBO y no descarta enfermedades similares.
Cómo tratar el SIBO
Diagnosticarlo es muy sencillo, porque existen test para hacerlo y lo ideal es que lo haga un médico que sepa reconocer un falso positivo. Es decir, abstenerse de comprarlo online y hacerlo en casa. Lo complejo viene después, porque el tratamiento es complejo y puede traer de cabeza al doctor y al paciente.
Esta complejidad se debe a que no es tan fácil como tomar un antibiótico y esperar que todo vuelva a la normalidad. También avisan de que el uso de probióticos y de una dieta supervisada por un profesional, un entorno libre de estrés y muchos otros factores contribuyen a recuperar un estado intestinal normal. Y, con todo, los expertos reconocen que puede volver a aparecer en cualquier momento.
Fotos | Trendencias x Midjourney, @nuriauriel, Polina Zimmerman, Sora Shimazaki, RF._.studio vía Pexels.
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