A raíz de este artículo de la blogger de cocina To be gourmet nos hemos puesto en alerta sobre los bots y hemos querido investigar sobre el asunto y contrastarlo con conocedores de las redes sociales. Según los expertos que hemos consultado, la compra de seguidores ya no es tan obvia como antes y lo que ofrecen ahora las empresas son robots que imitan el comportamiento humano. Este asunto tan feo nos está haciendo desconfiar de quién es influencer de verdad y quién ha comprado su camino hacia el éxito en Instagram.
La polémica sobre la compra de seguidores
¿No entiendes que haya gente con miles de seguidores en su cuenta de Instagram? ¿Descubres grandes influencers que salen de la nada?¿Te aparecen en tu cuenta de Instagram comentarios random como "Love!" o "Great pic"? ¿Hay gente que te sigue para dejar de seguirte casi al momento? En los últimos años, la sospecha de la compra de seguidores para crecer artificialmente ha sido una constante, pero el sistema se ha sofisticado y perfeccionado, aunque pocas veces tenemos pruebas que lo demuestren. Hablamos con Fernando de Córdoba, experto en Redes Sociales en en la Agencia Social Media SL, para explicarnos cómo funciona el uso de robots en Instagram:
"Los programas para comprar seguidores tienen "granjas" de bots, de perfiles falsos. Estos perfiles se crean en grandes cantidades y se mantienen activos para que no parezcan sospechosos.
Los perfiles falsos son millones de pequeñas inteligencias artificiales que reciben diversas "órdenes" por parte de sus programadores, se pueden utilizar para mil cosas. Por ejemplo, para promocionar una web, para estafar, o para ser vendidos como followers falsos.
En los últimos años la cosa se ha sofisticado bastante. Antiguamente, cuando alguien compraba seguidores falsos, todos estos perfiles eran cuentas recién creadas y eran muy fáciles de detectar. Hoy lo complican bastante más: tienen su foto de perfil, dejan comentarios... todos estos elementos se añaden para no parecer falsos (y de paso, dar más servicios y hacerse ver).
Parece que el juego se complica y queremos saber de primera mano, cómo funciona. Fernando nos lo explica: Su manera de promocionarse muchas veces es comenzando a seguir a cuentas que publiquen fotos con un determinado hashtag, o en determinada localización... por eso también te pueden ofrecer seguidores segmentados.
Hay dos maneras fundamentales de captar seguidores que van en contra de las reglas de Instagram. Una de ellas es que el dueño de la cuenta autorice una app que se dedica a empezar a seguir gente para conseguir el follow back. La otra es que directamente te añadan seguidores falsos en tu cuenta. La primera es forzada, pero al menos los seguidores que consigues son reales".
Hay numerosas apps que permiten este tipo de funcionamiento, como Crowdfire que te permite seguir a los seguidores de tu competencia, Fansgram, en la que puedes comprar likes, seguidores y comentarios (ojo, en inglés), Guyogram, en los que desde 2,49 euros puedes comprar 100 seguidores, Free instagram followers, ollow my profile, que ofrecen seguidores gratis.
¿Cómo detectar quién compra los servicios de un bot?
A raíz de este artículo de To be gourmet nos hemos puesto en alerta sobre cómo funcionan los bots. Estos días hemos estado investigando y comprobando si algunas de las instagrammers a las que seguíamos tenían un comportamiento raro en su actividad de la red social. Y nos hemos llevado alguna que otra sorpresa. También lo podéis hacer vosotros en vuestras cuentas, solo hay que observar un poco.
Es tan fácil de hacer como ir a la parte de notificaciones (donde está el corazón), a la columna de seguidos, y ahí ves la actividad de las cuentas sospechosas: a quiénes comentan, a quiénes dan like, a quiénes empiezan a seguir. Hay un par de chicas que cada 15 -30 minutos dan like a ciertas publicaciones, y eso lo hacen todo el rato, incluso de noche. También empiezan a seguir a cuentas que parece un poco extraño que sigan (¿chicos forzudos, cuentas de países extraños?) y lo siguen haciendo de madrugada, cuando probablemente deberían estar dormidas.
Así consiguen visibilidad, mejores puestos en el timelime y que muchas cuentas a las que empiezan a seguir o dan like les sigan a ellas a su vez. Los casos de @eleonoracarisi (582k seguidores) y @styleinlima (32k seguidores) nos han llamado la atención por su comportamiento.
Con los bots puedes dar like o seguir a todo el que use el hashtag "#fashion", o puedes empezar a hacer follow y unfollow automáticos para que la cosa no se desmadre. Puedes seguir a gente de una determinada zona, o que siga a otra gente de tu sector... Lo que te interese.
Hemos hablado con la tuitera y escritora Ratita Presumida @rpresumida, que también ha notado este comportamiento extraño "aprovechando mi insomnio, entré por curiosidad en la pestaña de actividad de la gente a la que sigo a las cuatro de la mañana y me sorprendí mucho con lo que pude ver. Algunas cuentas estaban dando likes y siguiendo otras cuentas “extrañas”, la mayoría árabes o asiáticas. Teniendo en cuenta las horas que eran, y las fotos de estas cuentas, estaba claro que no era la actividad normal de una cuenta".
Otras veces, lo que nos llama la atención son el número de seguidos. ¿Quién puede estar al tanto de lo que hacen 3.000 cuentas diferentes? Tu timeline puede ser agobiante. Por ejemplo, @negin_mirsalehi tiene más de 3 millones de seguidores, pero sigue a su vez a 187 mil.
¿Cómo saber si todos esos seguidores son comprados y los seguidos no son reales? Dovidena del Campo, @dovidena, Social Media Manager, autora del blog www.dovidena.es y profesora en UNED nos lo explica: "Si ves a alguien con muchos seguidos puedes fijarte en dos cosas. En primer lugar, la interacción: los likes y comentarios en las fotos deberían ser proporcionales al número de seguidores. Si hay poco "engagement" puede deberse a que los seguidores son falsos. En segundo lugar, puedes entrar en su lista de seguidores y echar un vistazo general, si encuentras muchos perfiles sin foto de perfil, muchos seguidores de localizaciones extrañas y lejanas o montones de cuentas inactivas, por ejemplo, puede ser un indicador de que ha habido compra de seguidores".
Incluso puedes imitar el comportamiento de los robots tú mismo manualmente, seguir y dar likes a mucha gente constantemente para aumentar seguidores es una manera como cualquier otra de pasar el tiempo (y al mismo ver crecer los números de tu cuenta de Instagram).
Ojo, a todos nos siguen seguidores falsos y a todos nos dejan comentarios extraños que no hemos comprado ni pedido, por lo que no se puede acusar con seguridad a nadie, pero hay ciertas formas de actuar en Instagram que nos parecen sospechosas.
Un juego sucio que no beneficia a nadie
Y ¿por qué hace esto la gente? Evidentemente, porque si te conviertes en un "influencer" vas a tener más colaboraciones con marcas y vas a cobrar más por trabajar con ellas. Muchas agencias y marcas solo se fijan en el número de seguidores en lugar de buscar que éstos sean de calidad (mirando el número de comentarios, o el ratio de likes/seguidores, que indicaría unos followers muy fans). Además, un numero grande de seguidores y de likes hace que aparezcas como cuenta recomendada, que tu foto aparezca destacada, o que te siga más gente "por inercia".
Este comportamiento está afectando a la relación entre influencers y marcas ¿cómo fiarse de los números, incluso de los comentarios? Como nos comenta Laura (@rpresumida): "Si corren el riesgo de que les suspendan la cuenta, es porque el beneficio es evidente. Me llamó la atención que varias marcas a las que sigo también tienen esta actividad nocturna, así que parece que es una práctica extendida, no únicamente entre influencers. Supongo que es uso común hacer asociación entre número de seguidores y prestigio de la marca/influencer".
Laura no ha querido entrar en este juego que parece tan habitual: "No hago publicidad remunerada en redes sociales, de modo que no busco un beneficio directo a través de ellas, que puede ser el detonante para emplear estos métodos. Yo busco lectores y no sé si comprando seguidores lo conseguiría. En todo caso, dejaría de ser divertido para mí, que es mi prioridad. Supongo que es mi modo de ver la vida, que no es ni mejor ni peor que el de otros.".
Otras instagrammers como B a la Moda, de @balamoda, se niegan a entrar en la rueda, a pesar de que les pueda afectar laboralmente, y como ella misma afirma desde su cuenta de Instagram: "decidí que ante todo tenía que ser fiel a mis valores, mantener lo que yo entiendo como ética profesional y ser honesta y transparente con mi público y las marcas. Así he seguido mi camino, viendo mis números siempre muy por debajo de los de algunas compañeras con cierta impotencia sabiendo que aquello no es verdadero... A mí me da pena ver esto porque es alterar las reglas del juego, es manipular la naturaleza de esta red y es triste saber que alguien que te da a like en realidad es un robot".
Esta compra de seguidores es también muy habitual en Twitter, entre políticos y famosos, aunque en algunos casos, puede que estos bloques de seguidores falsos los compre un rival o competidor para fastidiar y provocar que Twitter te cierre la cuenta.
A Laura también le ha ocurrido unas cuantas veces: "Algún “generoso" me endosa seguidores por twitter, entiendo que el motivo principal es buscar el desprestigio, pero no he llegado a averiguar ni quien es ni porqué lo hace en realidad. Por suerte, ahora twitter hace limpieza de seguidores fake cada día, así que ya no tengo que ser yo la que los quite a mano, lo hace la propia red social, cosa que le agradezco muchísimo"
¿Se puede poner freno a los bots y a la compra de seguidores?
Lo que resulta complicado de calcular es hasta dónde llega el uso de robots ¿es tan habitual como parece? Por lo que comenta nuestro experto en redes sociales, lo que nos queda claro es que "en todas las redes donde el numerito importa, especialmente cuando hay dinero en juego (acciones con marcas), van surgiendo estas cosas, aunque vaya en contra de las normas de Instagram".
Como comentaba Fernando, este tipo de comportamientos va en contra de las condiciones de uso de Instagram, y aunque desde Instagram intentan poner empeño en acabar con ello, resulta difícil identificar los robots ya que todo funciona a través de móviles y no de ordenadores y cada vez imitan mejor el comportamiento humano. Hemos tratado de ponernos en contacto con Instagram para que nos aclaren este punto y cómo están luchando contra ello, pero aún no hemos recibido respuesta. En Twitter también pueden cerrarte la cuenta.
Encontrar una cuenta que haga este tipo de practicas o localizar las cuentas de robots y cerrarlas es complicado, según Fernando: "Hay muchos condicionantes que lo complican. Piensa que estas cosas hay que hacerlas en automático (con tantos millones de usuarios no podrían tener a gente para revisar toooodos los perfiles), es decir, hay que identificar patrones que hagan las cuentas falsas pero que no hagan las reales, para evitar que se desactive la cuenta de alguien que no lo merezca. También es complicado hacerlo solo en base a lo que se denuncie, porque las cuentas polémicas podrían ser denunciadas por gente solo por fastidiar. Por otro lado, siempre es un tema delicado decirle a la gente que le vas a quitar followers, aunque sean falsos".
En eso coincide Dovidena: "Los bots tienen comportamientos cada vez más "naturales" lo que hace que sea más difícil para Instagram y otras redes diferenciar con algoritmos las cuentas reales de las que son fake. Además, es una actividad que, al contrario de timos o trolls por ejemplo, no hace daño a nadie, por lo que seguramente no lo persiguen con tanto ahínco".
La recomendación de nuestro experto en redes para crecer en redes sociales sin infringir las normas y que las reglas del juego sean iguales para todo: "Lo que debe suceder es que la gente y sobre todo las marcas dejen de darle tanta importancia al número de followers y se centren en otros factores. ¿Qué interacción tiene? ¿es realmente un influencer en el tema o se ha convertido en un panel de anuncios que saca todo lo que le pague? La mejor manera de ser relevante es la de siempre: ofrecer contenido que realmente guste a tu público y promocionarlo con paid media (anuncios de Instagram)."
La diferencia entre comprar seguidores y construir una audiencia fiel y de calidad es muy significativa. Así nos lo explica Vega Pérez-Chirinos, @vegapchirinos, socia fundadora de Más bien sí y profesora de la UNED "Si te fijas en una cuenta que disponga de una comunidad grande pero real, orgánica (bueno, o pagada, pero mediante campañas de publicidad de calidad y bien segmentadas), no sólo tendrá muchos seguidores: también verás mucha interacción: usuarios que comentan, dejan likes, taggean a sus contactos... y de hecho es ahí, en la interacción de los usuarios, donde reside la riqueza de los medios sociales, porque son ellos los que tienen el potencial de viralizar y recomendar tus contenidos o productos. Por eso, lo normal es que (salvo casos muy excepcionales) los profesionales del social media marketing nunca te recomienden acudir a este tipo de soluciones. Siempre es mejor un crecimiento más pausado pero con una audiencia de calidad que grandes comunidades que están muertas en la práctica".
Lo que nos hemos encontrado a la hora de realizar este artículo es que poca gente quiere hablar con libertad sobre este tema tan espinoso, y viendo lo que no estamos encontrando, hoy por hoy, no pondríamos la mano en el fuego por nadie. Al final las instagrammers que llevan publicando desde hace años, con una base fiel de seguidores se ven perjudicadas porque cualquiera que acaba de llegar les alcanza en número de followers y si no entran en el juego se quedan sin su trozo del pastel: colaboraciones, regalos de marcas, viajes gratis y un mundo en el que ser influencer es un trabajo al que todo el mundo quiere aspirar.
Foto | Unsplash @outerwoodsmedia, @hukkannen, @sonniehiles
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