Nacho Viñau
EditorSi hay algo que Dan Buettner tiene claro después de décadas estudiando las regiones del mundo donde la gente vive más de 100 años es que el desayuno importa. Y además, importa mucho. Este explorador de National Geographic, que se ha convertido en el mayor referente mundial en longevidad gracias a su investigación sobre las llamadas Zonas Azules, ha compartido en su cuenta de Instagram un mensaje contundente que debería hacernos replantear lo que ponemos en nuestra mesa cada mañana.
Las prisas, la tradición y las rutinas hacen que mucha gente tome para desayunar un café acompañado de bollería o de productos que no son saludables y que nos quitan años de vida, según este experto en longevidad. "Permíteme compartir contigo el secreto número uno para desayunar si quieres vivir hasta los 100 años", comienza Buettner en su publicación. "Aquí, en Estados Unidos, cuando pensamos en el desayuno, generalmente son huevos o tocino, pero eso tiene mucha grasa saturada, o es cereal, pero eso tiene mucho azúcar". Así que su conclusión es clara: los desayunos de las personas más longevas no incluyen cereales azucarados ni panceta grasa. Son sencillos, naturales y ricos en fibra.
Los seis alimentos que las personas centenarias incluyen en su desayuno
El experto en longevidad explica que en muchos países occidentales se suele recurrir a tomar cereales, huevos, tocino y bollería para intentar obtener la energía suficiente con la que afrontar el día. Pero esos alimentos ponen en riesgo de forma clara nuestra salud si los tomamos de manera prolongada.
Tras años analizando las costumbres de poblaciones centenarias en lugares como Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Loma Linda (Estados Unidos), Icaria (Grecia) y Nicoya (Costa Rica), Buettner ha identificado un patrón claro que está muy alejado del modelo de desayuno occidental.
@danbuettner
El experto recomienda consumir por las mañanas seis alimentos clave: frijoles, verduras, arroz, frutas, miso y avena. Ingredientes que, en muchos casos, nos pueden parecer extraños si los comparamos con los que solemos tomar para desayunar en España, Francia o en el Reino Unido. Pero aunque nos cause extrañeza desayunar legumbres, lo cierto es son la base de la alimentación de quienes más tiempo viven.
"La gente debería evitar la mayoría de los productos que se comercializan en Estados Unidos como alimentos para el desayuno, como Pop-Tarts, cereales ricos en azúcar, yogures y granola", advierte Buettner. En su lugar, propone un cambio radical: desayunos salados, basados en vegetales, cereales integrales y legumbres.
En lugares donde la gente llega a los 100 años, sus habitantes comienzan su día con un desayuno salado, con judías y arroz. En algunas áreas desayunan "pan con aguacate o una sopa minestrone”,
El desayuno favorito de Dan Buettner: avena de cocción lenta
Si queremos un ejemplo concreto, el propio Buettner nos lo da. Su desayuno habitual es un guiso minestrone repleto de verduras y legumbres, rompiendo completamente con la idea del desayuno dulce occidental. Pero cuando busca algo más rápido, su favorito es la avena.
"Como muchos sabéis, mi desayuno favorito es la avena", explica en sus redes sociales. "Tomo copos de cocción lenta con unas pocas almendras, dátiles, echo bebida de soja y, a lo mejor, un poco de sirope de arce. Es el desayuno perfecto de las zonas azules, tiene un alto contenido en fibra soluble, en proteínas y tiene casi una media docena de vitaminas. Es una manera genial de empezar el día".
Eso sí, Buettner hace una distinción importante: no toda la avena es igual. La avena de grano cortado de cocción lenta tarda unos cinco minutos en prepararse, pero merece la pena. "El problema es que la avena rápida tiene un índice glucémico mucho más alto. En otras palabras, genera picos de glucosa en la sangre un 50% más rápido que la avena de grano cortado de cocción lenta", explica. "Así que si tienes oportunidad, tómate cinco minutos para cocinar la avena de grano cortado porque te sentirás mejor a largo plazo".
¿Por qué funciona este tipo de desayuno?
La clave está en la fibra. Los alimentos que Buettner recomienda son ricos en fibra soluble, un nutriente esencial tanto para la salud digestiva como metabólica. Iniciar el día con estos alimentos permite controlar el apetito, mejorar la saciedad y mantener estables los niveles de glucosa en sangre.
Además, estos desayunos contribuyen a reducir el colesterol y prevenir enfermedades crónicas asociadas con la dieta moderna, como las cardiopatías y algunos tipos de cáncer. Todo ello con ingredientes sencillos y accesibles, sin necesidad de recurrir a suplementos caros ni productos sofisticados.
"Los desayunos de las Zonas Azules no son sofisticados ni requieren suplementos. Son alimentos reales, cocinados en casa, ricos en nutrientes y bajos en azúcares", insiste el experto.
El desafío de Buettner: pruébalo durante una semana
Para aquellos escépticos que piensan que un desayuno salado con legumbres y verduras no puede ser satisfactorio, Buettner lanza un reto: "A todos los que lean esto a que intenten comer estofado minestrone o arroz con frijoles como desayuno durante una semana y vean cómo se sienten".
Cambiar los hábitos del desayuno puede parecer radical, especialmente en una cultura como la española donde las tostadas con mantequilla y mermelada o las magdalenas mojadas en café o en ColaCao son la norma. Pero si las investigaciones de Buettner nos enseñan algo es que las personas más longevas del mundo han descubierto hace tiempo que la primera comida del día es demasiado importante como para llenarla de azúcares y grasas saturadas.
Fotografías | @danbuettner, Freepik, Freepik
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