La Casa de Papel ha supuesto un triunfo de crítica, público y hasta de Netflix, que tras comprarla después una brillante primera temporada, se convirtió en uno de los caballitos ganadores de la cadena de streaming a nivel mundial. Pocos son los que no conocen a Berlín, los que no se han reído con Nairobi o los que no se han sorprendido del ingenio del Profesor. Por eso cuando apareció el escape room de La casa de papel el pasado mes de octubre, no nos extrañó. ¿Puro marketing o una experiencia que merece la pena? Hemos estado allí y esto es lo que opinamos.
Experiencia inmersiva en la Casa de la Moneda
El Wizink Center (calle Jorge Juan 99, Madrid) se viste de Casa de la Moneda para albergar el mayor atraco de la historia. La premisa es prometedora, sobre todo teniendo en cuenta que La casa de papel se convirtió en un must para los seriéfilos. Entré junto a 5 amigos más dispuesta a convertirme en Tokio y liarme a dar tiros, pero en la escape room de la serie de Netflix no podrás ser ellos, pero si podrás escapar con el dinero.
Eres uno de los rehenes que acaba con mono naranja y careta de Dalí, a lo María Pedraza en la serie. Lo mejor es sin duda la sensación inmersiva que tanto los actores como la ambientación consiguen. Vivirás escenas que parecen sacadas de la serie pero donde tú eres el protagonista, solo que esta vez, compartirás esa sensación con otro centenar de personas. Estarás en la Casa de la Moneda el día en que el grupo de atracadores capitaneado por el Profesor decidió hacer historia. Una experiencia inmersiva donde el atrezzo te envolverá hasta hacerte sentir dentro de la serie.
¿Escape room o teatro en vivo?
En una escape room clásica la mecánica es sencilla. Una trama en la que te ves envuelto y que se solucionará cuando destripes una serie de misterios, abras cajas, descifres claves y resuelvas puzzles. Todo dentro de una o más habitaciones, en un espacio cerrado y con pistas que se distribuyen en la sala de escape. Hay un tiempo límite para conseguir salir de la sala resolviendo los acertijos y ésta estará ambientada según la trama en la que se desarrolle. La clave para salir es trabajar en equipo (que rara vez supera las 8-10 personas), comunicarse y tirar de intuición.
En el caso de la escape room de La casa de papel no siempre sucede. Sí notarás intensidad en las actuaciones y te sentirás inmerso en un teatro en vivo. Pero la parte de escape room tiene lagunas.
Una vivencia demasiado compartida
Esos fallos en la parte de escape room clásica tiene que ver con algo importante: el número de personas implicadas. Ya es difícil ponerte de acuerdo cuando vas con tu grupo de amigos de toda la vida, imagina hacerlo en grupos de 20 personas a las que muchas, ni conoces. Ruido, ruido, ruido y más ruido. El caos que se formó cuando las pistas aparecieron convirtió la sala en una escandalera de la que no entendimos muchos. La vivencia está demasiado compartida y que tantas personas participaran generó en algunos momentos un barullo difícil de comprender.
Una experiencia para los fans
Existen dos personas a las que puede gustarle esta experiencia: los muy fans de La casa de papel y las personas a las que les mole el teatro en vivo. No creo que sea una escape room al uso, ni que suponga un reto para tu intelecto, pero sí es intensa en cuanto a emociones y muy apta para pasar un buen rato. La pega es el precio, entre 20 y 22 euros por 75 minutos en mitad de una serie. Algo excesivo si lo llamamos escape room, pero coherente si lo llamamos experiencia inmersiva. Si eres fan de las salas de escape, no te sentirás “saciado” con ella, pero si te va el espectáculo y eres fan de la serie, es casi un imprescindible, igual que el Bella Ciao.
Fotos| La casa de Papel
