Aunque sea Mariah Carey la que anuncia la Navidad con su hit, lo cierto es que hay muchísimos villancicos que son un clásico. Desde ‘El tamborilero’ de Raphael al ‘Holly Jolly Christmas’ de Michael Bublé pasando por ‘El burrito sabanero’ que gracias a David Bisbal está viviendo un nuevo momento de gloria. Otra de las más conocidas es ‘Carol of the Bells’, pero no es un gran hit americano aunque creas lo contrario. Es en realidad una canción ucraniana llamada ‘Shchedryk’ compuesta hace más de un siglo y cuyos inicios se remontan más de dos milenios atrás en la historia.
De folklore ucraniano a canción de coro
A día de hoy hay centenares de versiones de esta canción, desde la clásica con coro hasta versiones techno, pero los orígenes de ‘Shchedryk’ se remontan a la época precristiana (hace más de dos mil años) y a la antigua cultura ucraniana. Concretamente, y tal como explica el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, a la celebración del Año Nuevo, solo que en esa época no se celebraba el 1 de enero, sino cuando llegaba la primavera y las golondrinas volvían después del largo invierno.
Lo que hacían era una fiesta con la que buscaban la bendición de los dioses para tener buenas cosechas. Bailaban, celebraban y cantaban y una de las canciones rituales que usaban era una melodía sencilla de cuatro notas protagonizada por una golondrina: ‘Shchedryk’. Esta shchedrivka (canto popular ucraniano de Año Nuevo), se traduce como "La Pequeña Golondrina", y su letra original habla de la llegada de una golondrina que anuncia prosperidad.
La canción que después sería ‘Carol of the Bells’, formó parte del folclore ucraniano hasta que llegó a manos de Mykola Leontovych. El compositor, partiendo de una simple melodía monofónica, creó una obra coral de Shchedryk que se estrenó en diciembre de 1916 con la Filarmónica de Ucrania y cuyo coro estaba dirigido por el director Oleksandr Koshyts.
Cuando ‘Shchedryk’ se convirtió en símbolo de la independencia de Ucrania
El 22 de enero de 1918 Ucrania declaró su independencia como la República Popular Ucraniana (RPU), pero la comunidad internacional aún no lo reconocía. Symon Petliura, ex periodista, editor y crítico de arte, se convirtió en líder del recién creado Estado ucraniano y solicitó que se hiciera un coro con los 100 mejores cantantes para una gira europea. El objetivo era cantar por la independencia de Ucrania, pero la guerra civil rusa no se lo pondría nada fácil. El coro logró salir de Kiev el 4 de febrero de 1919, justo un día antes de que los bolcheviques rusos tomaran la ciudad, pero solo 30 cantantes se atrevieron a salir de gira.
De 1919 a 1921 actuaron en 10 países, cantaron en 74 salas de conciertos y 45 ciudades. El estreno fuera de las fronteras tuvo lugar el 11 de mayo de 1919 en el Teatro Nacional de Praga. Fue allí donde, por primera vez, el público quedó cautivado por la magia de ‘Shchedryk’. Luego fueron a Austria, al famoso Wiener, donde la prensa escribió que “la madurez cultural de Ucrania debe ser la legitimación de su independencia política en el mundo” tal y como recoge el gobierno ucraniano. Luego llegaron a Suiza y allí, después de que el embajador de Francia presente en el concierto en Berna, quedara fascinado por el coro, llegaron al destino con el que soñaba Symon Petliura. Quería reconocimiento internacional para Ucrania y apoyo en la lucha contra la Rusia bolchevique de los líderes de la Conferencia de Paz de París.
En Francia, el coro actuó no solo en París, sino también en Toulouse, Burdeos, Niza, Marsella y Lyon. En total, se interpretaron 25 conciertos, y en todos ellos ‘Shchedryk’ recibió bises. Era un auténtico éxito. Tras su paso por Francia, el coro ucraniano continuó su gira por Europa y entre 1920 y 1921, hizo 100 conciertos en Bélgica, Países Bajos, Gran Bretaña, Alemania, Polonia y España. La canción de Leontovych inspirada en un canto folclórico se convirtió en una de las más queridas y fue traducida a varios idiomas e interpretada por coros extranjeros. Esto no sirvió para que Ucrania consiguiera la independencia. No se reconoció y en 1921, fue ocupada por la Rusia bolchevique que asesinó a Mykola Leontovych, autor de ‘Shchedryk’.
La gira americana que transformó un himno de independencia en un villancico
En 1922 y tras verse en una complicada situación, el coro cruzó el charco y llegó a Estados Unidos. Poco después de su llegada a Estados Unidos, el coro grabó varias canciones, entre ellas ‘Shchedryk’, con la discográfica neoyorquina Brunswick cuya antigua grabación aún se puede escuchar.
Durante los siguientes dos años haría una gira por América. Actuaron en la Academia de Música de Filadelfia, en la Universidad de Princeton, en Yale, Harvard, Washington, Chicago, Pittsburgh, Dallas y San Luis. Estuvieron en más de 40 ciudades y dieron 60 conciertos en salas de música y universidades de Estados Unidos durante los primeros dos meses y medio de gira. Después siguieron en México, Brasil, Argentina, Uruguay, Cuba y Canadá. Ni Taylor Swift en sus mejores sueños. Decía el director Oleksandr Hoshyts en sus memorias que ‘Shchedryk’ “fue el verdadero éxito de nuestro repertorio en todos los países durante cinco años y medio”.
Y fue ahí cuando Peter Wilhousky, director de orquesta estadounidense de ascendencia ucraniana lo escuchó. “Necesitaba una pieza corta para completar un programa que me pidieron [...]. Como los jóvenes no querían cantar en ucraniano, tuve que componer un texto en inglés. Descarté el texto en ucraniano sobre la golondrina y me concentré en el alegre tintineo de las campanas que oía en la música” decía Peter Wilhousky en una carta al musicólogo ucraniano Roman Savytsky como recogen medios ucranianos. En ese momento Wilhousky dirigía un coro escolar en Nueva York y estaba buscando una nueva composición para ser transmitida por la radio NBC.
Eligió la canción ucraniana sin saber aún que la convertiría en un villancico y cambió las golondrinas por campanas. En 1936 Wilhousky publicó la partitura en la revista Carl Fischer Music con el título: "Carol of the Bells. Villancico ucraniano. Letra de Peter J. Wilhousky. Música de M. Leontovych". A partir de ahí comenzó a ser parte integral de la cultura navideña estadounidense y voló al mundo igual que la canción de Mariah Carey apareciendo, por ejemplo, en películas como 'Solo en casa' en 1990, una de las mejores películas de Navidad para ver con niños.
En ella John Williams hacía una espectacular versión que nos metía de lleno el espíritu navideño en nuestros infantes oídos. Desde entonces hasta ahora no hay Navidad en la que no disfrutemos de esta melodía que nacía en los campos ucranianos en primavera y ha llegado a nuestros días como una de las canciones tendencia de TikTok.
Fotos | Ukranie
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