A un día del arranque de la pasarela Gaudí Novias 2009, en la que por supuesto estaremos presentes y os traeremos un resumen exhaustivo de las tendencias en vestidos de novia para la próxima temporada, qué mejor que ir abriendo boca con la lista de los mejores diseños lucidos por las famosas patrias e internacionales el día de su boda.
Emepezamos con Laura Ponte, una de nuestra modelos más exportables reconvertida en icono de estilo, que pasaba por el altar en 2004 con un sencillo y recatado modelo de inspiración años 30 firmado por Miguel Palacio, en perfecta consonancia con su estilo retro.
La cándida Natalia Vodianova hacia lo propio en su Rusia natal con un diseño de corte pulido y en inusual color malva firmado por Valentino.
Medievalesco y con un punto de fábula era el vestido que Nicolas Ghesquière, bajo la etiqueta de Balenciaga , elaboró en exclusiva para Nicole Kidman.
Y exagerada pero espectacular era la cola del gown en chifón francés ideado por Donatella Versace que lucía Elizabeth Hurley el día se du boda en el de condado de Gloucestershire.
Hipnotizada me quedé el día que le ví a Alejandra de Borbón su diseño vintage de Chanel: sencillamente precioso. Y absolutamente años veinte.
Que por cierto tiene un aire a este otro Chanel sacado del baúl de los recuerdos que llevaba Penélope Cruz en la fiesta de Vanity Fair de los Oscar 2007.
Y digo bien, rescatado del pasado, porque ese mismo diseño lo enseñaba al mundo Linda Evangelista en un editorial de Vogue USA allá por lo noventa...
De Christian Lacroix iba la guapísima Tita Astolfi el día que contrajo matrimonio con Gigi Sarasola. Un vestido clásico para una boda de alta alcurnia.
Y sumamente austera veíamos a Courtney Cox de Valentino hace ya más de 10 años. Aunque ese vestido sería totalmente válido hoy: la moda novias nunca pasa de moda, valga la redundancia, así que ya sabeís, no dudeís en reciclar si tenéis oportunidad.
En Londres y embarazada se casaba Inés Sastre con Alex Corrías. De la mano de un sutil diseño en corte imperio diseñado por Alberta Ferretti. Me encantan sus mangas farol.
Las mismas que incoporaba en su vestido una discretísima Liv Tyler en plan Fiona de Shrek. De Alexander McQueen.
Con un sobrio palabra de honor obra de Carolina Herrera hacía lo propio Renée Zellwegger en una paradisíaca playa australiana.
La misma que se ocupaba de darle forma al vestido de su propia hija: Carolina Adriana Herrera. Con un toque helénico y sabor retro, maravilloso.
Pegada al mar se casaba también una Pink muy en su línea, diferente y llamativa, gracias a Monique Lhuillier y su gown en cascada de volantes.
Por último, mi vestido preferido de todos los tiempos: el de Caroline Bessette Kennedy, firmado por Narciso Rodriguez. La cosa más lisa, llana, simple y elegante del mundo.
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