Cuando no es por un motivo es por otro pero no suele pasar demasiado tiempo sin que los anuncios de alguna marca de moda salte de las páginas de publicidad de la prensa a las de las noticias por alguna polémica. La última ha sido la que ha suscitado la campaña de ropa de baño de H&M protagonizada por Isabeli Fontana en la que el excesivo moreno que luce ha suscitado críticas incluso de dermatólogos por su posible apología de la tanorexia.
La cadena sueca ya ha lanzado un comunicado en el que se disculpa y explica que en ningún momento su intención fue la de promover un estilo de vida no saludable, ya que es por todos conocido que el tomar el sol en exceso y sin la protección adecuada puede provocar quemaduras peligrosas e incluso cáncer de piel.
Este tipo de denuncias contra campañas de publicidad o actitudes del mundo de la moda en general son bastante habituales y suelen estar vinculadas principalmente al peso de las modelos y consecuentemente al problema de la anorexia, aunque también se denuncien otros aspectos como el excesivo uso del photoshop o la exclusión de grupos étnicos y el racismo que esto supone.
Por eso llama la atención el manifiesto que han lanzado conjuntamente todas las ediciones de la revista Vogue bajo el título de “The Health Initiative”, con el que pretenden fomentar “una imagen saludable dentro de la industria de la moda“ y la presencia en su revista de esa quimera por todos nombrada y qué nadie consigue identificar que es la “mujer real”, a la cual mostrarán en sus ediciones de junio.
Para conseguirlo se proponen seguir los siguientes puntos en todas sus ediciones:
1. No trabajar con modelos menores de 16 años o que parezca que tengan desordenes alimenticios.
2. Pedir a las agencias de modelos que no envíen a los castings a modelos menores de edad y a los directores de casting que revisen la edad a la hora de contratar.
3. Colaborarán en la creación de programas en los que modelos veteranas aconsejarán a las más jóvenes y de este modo crear una mayor conciencia en la industria.
4. Fomentarán las condiciones de vida saludables (comida, horarios, privacidad) en los lugares de trabajo.
5. Pedirán a los diseñadores que amplíen las tallas de sus muestrarios, ya que debido al escaso tamaño de estos se veían obligados al uso de modelos extremadamente delgadas ya que eran las únicas a las que les servía esta ropa.
6. La revista tiene como objetivo convertirse en embajadora de la imagen saludable dentro de la moda.
Nadie puede decir que los seis puntos que conforman el Manifiesto de Vogue no son completamente lógicos. Quizás el problema sea el de una industria y de la sociedad en la que está asentada, que necesita este tipo de recordatorios cada cierto tiempo.
Y es que yo empiezo a estar un poco cansada de buenas intenciones por parte de todos, incluso de Gobiernos que pagaron costosísimos estudios para averiguar cómo era el cuerpo de las españolas y la unificación de las tallas en todas las marcas y tiendas, o la tan comentada iniciativa de pesar a las modelos en Cibeles y no dejarlas desfilar si no cumplen un mínimo (que se saltan a la torera con algunas modelos internacionales) para después ver cómo nada cambia y todo se queda en palabrería que volver a vender cuando salga un nuevo escándalo o una nueva tendencia “curvy“.
Fotos |H&M
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