Noemí Valle
EditorComo cada 21 de julio, la familia real de Bélgica ha celebrado el día de la fiesta nacional de su país acudiendo a la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. El evento institucional ha venido, por supuesto, de la mano de unos cuantos looks en clave royal. No hemos podido evitar prestar atención, la realeza belga ha vuelto a hacer gala de su pasión por la moda, especialmente la princesa Elisabeth de Bélgica, que ha apostado por un outfit súper llamativo en color verde hierbabuena. Unos tonos a los que no nos tiene demasiado acostumbrados la Casa Real española. Una cosa tenemos clara: Leonor no se pondría ese outfit.
Cada princesa tiene su estilo, aunque la heredera al trono belga es bastante más arriesgada en cuestión de moda que la princesa Leonor. La princesa de Asturias tiende a decantarse por propuestas más sobrias y funcionales en los eventos de la corona. Quizás por eso el look de Elisabeth nos ha gustado tanto, porque es más vivo y en verano un buen chute de color lo es todo. Se trata de un diseño de la firma belga favorita de su madre: Natan.
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Nos encanta esa estética súper fluida y fresquita del diseño, coronado con capas a juego en versión chal. Desde luego el peso del look recae en el vestido, aunque tampoco hemos podido obviar esas piezas que ha cogido prestadas del armario de su madre: unos pendientes dorados de Hervé Van der Straeten y el bolso tipo clutch de Carolina Herrera. Todo ello a juego con la diadema en color nude de Fabienne Delvigne y unos stilettos dorados, también de Carolina Herrera.
El toque fresco y juvenil del vestido es evidente, todo ello sin dejar de lado la elegancia, algo que siempre caracteriza los estilismos elegidos por la heredera belga. ¿Colores vibrantes? Sí, pero de la mano de diseños súper sofisticados. Porque una cosa no compromete la otra.
Fotos | Gtres
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