Cuando nos vestimos nos olvidamos de algunas cosas. Entre ellas, algunas que sólo ven los demás y tú ni te enteras, aunque quien vaya por detrás se fije en ello más que en un eclipse solar. Hablo, por ejemplo, de esas mujeres que van implutas de pelo por delante y al fijarte por detrás tienen el típico "aplastamiento" de la almohada que destroza todo su intento de glamour. Cuando se trata de ropa ocurre lo mismo, no olvides el 3D.
Hoy Kim Kardashian me servirá para explicarlo, y para bien, no como ejemplo de lo que no hay que hacer. Las famosas son más conscientes que nadie de que pueden ser pilladas por los fotógrafos de frente, de perfil o con tu trasero como punto de focalización de la cámara.
Por ello estoy convencida de que no salen de casa sin mirarse en un espejo por las 3 dimensiones más importantes: el frontal, el perfil y por detrás. ¿No os ha ocurrido nunca que estáis híper felices con vuestra falda lápiz y un día, por casualidad, en un baño de un bar os véis por detrás y dáis cuenta de que os queda fatal?
Kim Kardashian ha estado de compras por Los Angeles y demuestra lo que os digo: no olvidéis que ir impoluta es algo global. Antes de compraros una prenda difícil (como son las dos que luce ella, tanto el top como la falda) llevárosla a casa y miraros bien de perfil y por detrás. Así lograremos confianza para llevar esa falda tan estrecha y ese top que no te deja respirar.
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