Famosas de ayer y hoy: Blake Lively, tu carrera va de 'narices'

Podríamos empezar el post con la entradilla de Gossip Girl: “And who am I? That’s one secret I’ll never tell…“, porque a primera vista no sabemos quién es. Pero sí, se trata de Blake Lively, más conocida como Serena Van der Woodsen: la rubia más posh de todo Upper East Side. Todo el mundo la envidia por sus infinitas piernas, sus mechas doradas y ese armario que más de una mataría por él. Se codea con lo más de lo más de medio mundo pero, ¿en su vida real es así? A principios no. Ni mucho menos…

Y es que esta rubia tan perseguida y adorada tiene un pasado (como todos). Pero el suyo se hace más evidente: a primera vista nos fijamos que con el paso de estos 5 años se ha retocado la nariz (y le ha quedado perfecta). Pero el cambio más radical que encontramos en ella es el tema estilismos. ¡Y menos mal! Pues no es una chica que vistiera mal, pero tampoco bien.

Pasando desapercibida…

Lejos de ser el centro de atención en cada photocall, Blake pasaba desapercibida con sus atuendos sosos y poco arriesgados. Era normal y previsible verla aparecer con una sencilla camisa negra, unos pitillo negros y zapatos planos… En color negro. Eso es sentir furor por la moda oscura y lo demás son tonterías.

A medida que pasaba el tiempo la chica iba ‘innovando‘ y se ‘arriesgaba‘ con un vestido camisero en negro (of course) combinado con un foulard blanco que no pegaba ni con cola profesional…

Con un poco más de fama y con las cámaras persiguiéndola a cada paso que daba, la chica mona de Nueva York se dejaba ver con outfits sencillos que no aportan nada pero que no son un horror. Eso es bueno, pues a medida que pasan los años no te avergüenzas de según qué estilismo…

El patito feo se convirtió en un estupendo cisne

Hoy en día es una de las chicas más queridas y odiadas (sí, está con el guapérrimo Ryan Reynolds…) por la mayoría de nosotros. Grandes diseñadores la quieren como imagen y en su currículum ya puede añadir el haber sido imagen de la firma Chanel y tener un Christian Louboutin a su nombre.

Sus estilismos son mucho más estudiados, y aunque sigue desprendiendo ese aura tan personal, la verdad es que todo el mundo la admira por los modelos con los que aparece en las presentaciones. Yo aún sigo enamorada de este Haute Coutoure de la maison francesa.

Adora el estilo ladylike y lo defiende a la perfección: a pocas chicas de su edad les sienta tan bien un vestido de este corte. ¿Qué os parece?

Esta última imagen corresponde a su última aparición pública. ¿No la veis cambiada? No sé si será que se ha adelgazado o es el ángulo de la foto, pero la veo con la cara mucho más afilada… Igualmente sigue siendo un bellezón en potencia.