Servir arroz negro a tus invitados no es buena idea

Servir arroz negro a tus invitados no es buena idea
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Me encanta el arroz negro: es uno de mis platos preferidos. Lo disfruto, lo saboreo, nunca sé si me apetece un buen vino blanco o tinto con el plato pero da lo mismo: es delicioso. Pero es un plato que puede crear cierta incomodidad entre los invitados por la tinta.

La tinta negra que se utiliza para cocinar el arroz va a dejar dientes, lengua y boca de tus comensales negra hasta después del postre. No se disuelve ni con el vino. El hecho de abrir la boca para introducir el tenedor, hablar entre bocado y bocado o sonreir va a dejar al descubierto toda esa oscuridad apetitosa pero nada elegante.

Si estáis entre amigos íntimos o la familia, y el arroz está suculento, ¿a quién le importa? A mí seguro que no. Pero si hay invitados o es una comida de compromiso, guárdate de servirlo aunque seas el mejor especialista en arroz negro o hayas descubierto el mejor catering del mundo.

Existen además dos otras buenas razones: las servilletas y las manicuras. Aunque conseguirás que tus servilletas y el mantel queden limpios tras la operación de lavado, durante la comida todos van a tener unas servilletas horriblemente manchadas de negro aunque sólo usen los cubiertos. Y como sean las que bordó tu abuela como regalo de boda, va a haber consecuencias tarde o temprano.

Lo de la manicura tiene delito por parte de las invitadas que hayan sucumbido a la tentación de abrir los cuerpos del centollo que hayan servido para cocinar la base del arroz: pura delicia. Es un pecado dejarlos por una cuestión de etiqueta pero no veas el ataque que te da cuando ves arruinada tu manicura francesa de esa manera tan visible.

Foto | jlastras En Embelezzia | Qué hacer si alguien mezcla tu vino de crianza con gaseosa, Comer la fruta con cuchillo y tenedor

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