Del 14 de mayo al 22 de septiembre podremos visitar en el Centro Pompidou de París una retrospectiva inédita dedicada a Martial Raysse, uno de los artistas franceses más importantes vivos. En ella podremos ver toda la riqueza y la variedad de este artista visionario, de trayectoria tan singular como fascinante, desde sus primeras obras que datan de 1960 hasta la fecha.
Famoso por sus icónicas obras de la época pop, Martial Raysse ha sabido multiplicar sus innovaciones, sobre todo en lo relacionado con la utilización inédita del neón para dar vida a sus obras de arte.
Durante los años 80, decidió dar un giro radical a su estilo tanto a la hora de pintar como esculpir, empezando a experimentar sin descanso, hasta el día de hoy.
La retrospectiva ha reunido más de doscientas obras entre pinturas, esculturas, películas, fotografías y dibujos. Esta exposición propone al visitante, una generosa travesía por cincuenta años de creación, mostrando las obras más emblemáticas de cada uno de los períodos que marcan el recorrido de este gran artista.
Durante su período pop, con sus obras basadas en la geometría variable, el artista consiguió innovar al tiempo que introducía en su pintura objetos de consumo diario, revisitando con insolencia y virtuosidad los arquetipos femeninos popularizados por la publicidad, pero también a los grandes maestros de la pintura clásica.
Durante esta época, fue descrito como uno de los artistas internacionales con más inventiva y creatividad. Su obra no tardó en alcanzar un éxito fulgurante en Francia, donde era uno de los más jóvenes pertenecientes al grupo de los Nuevos Realistas reunidos por Pierre Restany, luego se trasladó a Nueva York y a Los Angeles donde estuvo viviendo una temporada, formando parte de los artistas del Pop Art.
La exposición presenta también sus experimentos durante los años chamánicos, por medio de instalaciones tipo la de Coco Mato o pinturas como Loco Bello inspiradas en prácticas artísticas colectivas y rituales mágicos.
Durante esa década (1970), después de alcanzar la cima de su popularidad, Martial Raysse vuelve a dar un giro a su estilo, alejándose del mundo del arte y de las corrientes imperantes, dedicándose a la producción de películas experimentales, de carácter satírico, impregnadas de cultura psicodélica.
La restrospectiva muestra también una ambiciosa producción que, tras inspirarse en los grandes maestros de la pintura clásica, se caracteriza por la invención de una imaginería y una mitología personales basadas en la observación cotidiana.
Los temas bucólicos inspirados por la vida campestre se mezclan con numerosas referencias mitológicas y literarias. El artista experimenta con diferentes técnicas a la hora de pintar, volviendo a recurrir a prácticas y técnicas pasadas, difíciles de dominar.
Al lado de sus esculturas y películas más recientes, la exposición presenta también un conjunto de telas de gran formato producidas durante los año 90. Se trata de una serie de frescos animados que muestran visiones alegóricas de la humanidad con un toque carnavalesco.
Las Éditions du Centre Pompidou, bajo la dirección de Catherine Grenier (comisaria de la exposición), también han publicado un catálogo gracias al cual se podrá pasar revista a toda la riqueza y la diversidad de la obra de Martial Raysse; por lo que seguro que no tarda en convertirse en una obra de referencia.
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