¿Qué pasaría si en tu boutique de moda favorita antes de elegir solo pudieras consultar listas de prendas con una breve descripción y el precio? ¿Comprarías a ciegas? El restaurante Materia Prima recientemente inaugurado en Madrid se hace eco del placer de ver el producto antes de comprarlo y lo traslada al mundo de la restauración.
Una efectiva simbiosis de mercado y restaurante con el objetivo de que cada comensal tenga el poder de decidir, tras admirar los productos frescos, sobre el cuánto, el cómo y el dónde entre los pescados directos de la lonja o la carne seleccionada de las mejores ganaderías. El local está dividido en dos zonas, la planta baja con el mercado y la barra y el restaurante en el primer piso.
El mercado nos recibe nada más entrar con una amplia exposición donde podrás comprobar la calidad de las carnes, pescados y mariscos entregados directamente por los selectos proveedores de Materia Prima desde zonas como Monforte en Galicia, Ávila o Huelva. En el relajado ambiente del restaurante es donde el cliente decidirá, por un pequeño suplemento, la forma de elaboración (a la parrilla, al horno, en salsa, con foie) y la guarnición (pisto casero, verduras, patatas) que desea para los productos que ha seleccionado en la planta inferior. Por supuesto hay cosas para las que una buena plancha es más que suficiente.
En las carnes destacar el espectacular buey summun, todos hemos bromeado alguna vez con lo de que hay carnes tan buenas que parece que el animal ha recibido hasta masajes durante su cría, este buey gallego es lo más cercano a ese concepto que podemos encontrar en el mercado. Por supuesto todos los productos, siempre de temporada, del mercado de Materia Prima también pueden adquirirse para llevar a casa y darnos un homenaje en privado.
Por la naturaleza del proceso de selección y la de los productos de temporada la carta no es una carta habitual ya que en ella encontramos las mencionadas elaboraciones posibles, carnes y pescados respectivamente y las guarniciones junto con una selección de entrantes y ensaladas que nos ayuda a completar nuestro menú perfecto.
La carta de vinos contiene más de treinta referencias de múltiples denominaciones de origen, algunas bastante inusuales. Los postres son todos caseros y van desde una auténtica cuajada de leche de cabra al mimado arroz con leche.
El prólogo perfecto para una comida o cena en Materia Prima es pasar por la barra antes y así coger "inspiración" degustando una buena caña de cerveza y una de las exquisitas tapas de autor mientras decidimos qué vamos a comer, si, por ejemplo, la dorada salvaje o el chuletón de ternera de Ávila. Las cañas de bodega son una delicia, gracias a los depósitos, que alimentan los grifos de la barra, realizados en cobre para conservar en buenas condiciones la cerveza, tirada con una excelente temperatura y textura.
Volviendo al tema cantidades, todos odiamos dejar comida en el plato, el concepto de que el cliente elija cuánto producto desea consumir sirve, además de para hacerte una "mariscada custom", para que no se desperdicie nada, una alternativa al "doggie bag" del no lo tiro que cada vez es aceptado con más normalidad por estas tierras.
Una idea no nueva pero sí con un enfoque original, quizás se asimile al de establecimientos tipo Mercado de San Miguel o San Antón en Madrid, pero la diferencia en el restaurante Materia Prima es que no tendrás que moverte cual guerrero Ninja para hacerte con un incómodo taburete en el que disfrutar de tu comida entre codazo y codazo, en Materia Prima se aseguran de que nada arruine la experiencia de degustar los manjares que ponen a tu disposición. Come lo que quieras, como quieras y cuanto quieras.
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