Monsieur Dior solía comentar que “Las fiestas son necesarias si gracias a ellas se vuelve a recuperar el gusto y el sentido por las celebraciones”. Cuando el diseñador estaba en la cima de su carrera, las mujeres más elegantes del mundo bailaban girando como elegantes peonzas hasta el amanecer envueltas en trajes Couture, en bailes en los que el diseñador, a menudo, era el invitado estrella.
En homenaje al gusto de Monsieur Dior por estos bailes de antaño, los responsables de la división de Haute Horlogerie de Dior han creado el reloj Dior VIII Grand Bal “Plume”. Un reloj automático con aspecto de traje de baile. Un objeto precioso realizado en oro rosa, engarzado con diamantes y decorado con plumas blancas. Una auténtica joya danzante.
Con su calibre Dior dado la vuelta, y su masa oscilante funcional colocada sobre una esfera que evoca el movimiento de un traje de baile, que gira al compás de una danza sin fin.
Gráfico y atemporal, este excepcional reloj recuerda por su faceta arquitectónica al mítico tailleur Bar. Su falda en forma de corola se reinventa por medio de un intrincado montaje de delicadas plumas - un trabajo extremamente delicado realizado en el atelier de couture de la avenue Montaigne.
Su correa en forma de brazalete está realizada en oro rosa, así como su caja, engarzada con diamantes de talla baguette que rodean su esfera de nácar. Fruto de un trabajo de una infinita precisión, el modelo Pluma reviste la elegancia de un traje de baile, para celebrar las fiestas de Fin de Año como antaño.
Precioso, ¿verdad?
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