Entre el 22 y el 25 de noviembre se celebró la Millionaire Fair en Moscú, una feria para millonarios que también se celebrará en Ámsterdam entre el 6 y el 10 de diciembre.
La elección de Moscú como sede no es casual. Está, sino es la más, entre las ciudades más caras del mundo, además de que vive una gran estratificación de clases, donde los ricos son muy pero que muy nuevos ricos.
De hecho, el periódico Daily Mail la considera la segunda ciudad con mayor concentración de ricos, después de Nueva York, mientras que Forbes señala que tiene más billonarios que Londres.
Sobre la alfombra roja de la feria pudo verse de todo. Yates, coches, joyas, mansiones en venta, caballos purasangre… todo lo imaginable y lo inimaginable también, donde no faltaron todo tipo de excentricidades que confunden el límite entre lujo y ostentación.
La sensación de la feria fue un Mercedes-Benz incrustado con diamantes, aunque también tuvieron cabida los últimos modelos de marcas como Ferrari, Spyker, Wiesmann, Volvo, Audi o Cadillac.
Se podía encontrar, entre otras cosas, una botella de vodka de 350 euros, una mesa de café tallada en un colmillo de mamut, pantallas de 154 pulgadas o un par de llantas de coches con joyas incrustadas por las que se ofrecían 700.000 euros.
El arte también estuvo presente en una reproducción a tamaño real de una obra de Rembrandt realizada en azulejos de porcelana.
Como les decía, la obscenidad del lujo estuvo presente en Moscú. Veremos qué novedades pueden verse en Ámsterdam.
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