La marca Louis Roederer es una buscadora incansable de obras de arte: en sus viñedos lo que dura cada temporada, durante la vendimia, en su bodega, y también en la búsqueda de artistas como Bettina Rheims, JR o Jean-Michel Alberola.
Empresa familiar independiente desde el año 1776, la marca de champán Louis Roederer ha firmado, en esta ocasión, una auténtica obra de arte sintetizada en su jéroboam de cristal con medallón cosecha 2002, del que sólo existen doscientos ejemplares.
Esta botella de excepción ha requerido de un minucioso trabajo y de grandes dosis de paciencia. En ella han trabajado doce artesanos orfebres durante cuatro días en un taller de renombre de París, para concebir esta joyita.
Surgido de las extraordinarias vendimias del 2002, este espuoso intenso y delicado desvela en la boca un perfume a cacao, a flor azucarada y a avellanas finamente tostadas.
Un matrimonio único que hace que este vino parezca que cruje en la boca, para un placer gustativo desdoblado.
Más información | Roederer En Embelezzia | La Bollinger Experience, ahora a través de un excepcional cofre realizado en madera lacada
