Queridos lectores, espero que leyérais el anterior post en el que hablaba del extraordinario reloj conocido como el Marie-Antoinette de Breguet porque así apreciaréis más esta segunda parte de su historia.
Si el destino es cierto y nos impone su juego, con el Breguet nº 160 se inspiró de lo lindo. No era ya suficientemente misterioso, perseguido y deseado por medio mundo que tiene el honor de tener una caja fuera de lo común.
Nicolas Hayek, presidente de Montres Breguet, se ponía manos a la obra con su reto de reproducir fielmente el mítico Marie-Antoinette cuando llegó la noticia desde el Petit Trianon de Versalles que el árbol predilecto de la reina de los excesos iba a ser abatido definitivamente.
Ese roble de 322 años fue entregado a Montres Breguet para una misión increíblemente romántica: realizar la caja del nuevo Marie-Antoinette con su madera en honor a la reina.
Realizada en marquetería de la más alta calidad, unas 3500 piezas de madera del roble centenario, con unos 1000 fragmentos esculpidos y organizados para dar forma a la imagen de la mano de la reina con una rosa, sacada del retrato que ves en la foto arriba.
Si vais o volveis a visitar el Petit Trianon de Versalles, refugio de María Antonieta y palacio exquisito y encantador donde los haya, fijaros en el detalle del parquet: es el motivo que eligieron como adorno del exterior de esta extraordinaria caja digna de un museo. Se comprende el orgullo del Sr. Hayek y espero que esta historia os haya emocionado como a mí.
Más información | Montres Breguet, Journal Haute Horlogerie, Swatch Group
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