Qué mejor día para la presentación de la colección de Andrés Sardá que el día de los enamorados. El maestro del diseño de lencería, ha presentado una colección Otoño-Invierno 2008-2009 caracterizada por formas muy ajustadas al cuerpo, que juegan con volúmenes y transparencias que ocultan o resaltan aquellas partes del cuerpo según el capricho de la mujer.
Bajo el nombre de Girls night out, una fiesta privada en la que las chicas se proponen pasar una velada inolvidable. Impresionantes los vestidos largos que dejan ver la lencería, en tonos predominantemente negros, se mezclan con combinaciones de seda y encaje, terciopelo, bordados, flecos, y con monos muy ajustados, estos últimos, de lo mejor del desfile, que cubren todo el cuerpo de las féminas. Auténticos caprichos par noches especiales. También se han podido ver ajustados corsés, y vestidos en forma de túnicas griegas ceñidos al cuerpo con anchos cinturones dorados y con hebillas.
Los materiales empleados por el catalán son muy variados y delicados: seda, encaje o el terciopelo, como he dicho anteriormente, se funden con otros como el cristal de los drapeados de algunas prendas, el metal de un original y espectacular vestido a base de cadenas, o las pieles de chaquetas o estolas.
Este contraste también se reproduce en los accesorios, entre los que destacan: botas altas, zapatos con vertiginosos tacones, bolsos/joya de piel o con plumas, colgantes, tocados de tul, carteras maxi, pamelas y largos guantes de encaje que cubren los brazos de las modelos más allá del codo se han podido ver sobre la pasarela.
El color estrella ha sido sin duda el negro, pero los colores intensos como el lila, el morado, el verde o el rojo también han tenido su lugar destacado. No me puedo olvidar de los tonos metálicos, el bronce o el cobre.
Vía | Europa Press Fotos | EFE
