Joel Calata
EditorEn F1: The Movie, Brad Pitt no es solo su estrella principal; su presencia en pantalla ha sido convertida en una verdadera campaña publicitaria valorada en aproximadamente 40 millones de dólares. Detrás de este movimiento se encuentra David Leener, productor de colocación de producto (product placement), quien ideó una estrategia magistral para atraer patrocinadores de alto nivel y convertir a Pitt en un medio para amplificar su impacto.
Según Forbes, Leener logró asegurar acuerdos con marcas de primer orden como Expensify, GEICO, IWC Schaffhausen, SharkNinja, Tommy Hilfiger, EA Sports, MSC Cruises y Mercedes‑AMG, integrándolas de forma orgánica en el universo narrativo de la película.
Estas firmas aparecen en los monoplazas, en los trajes de los pilotos, en escenas del paddock y en equipamiento asociado a la ficticia escudería APXGP. De este modo, la película se convierte en un auténtico anuncio de primer nivel cada vez que Brad Pitt pisa pista.
La alianza con Expensify fue particularmente notable. La compañía firmó como patrocinador oficial del equipo APXGP y su logo aparece no solo en los uniformes y vehículos, sino también en escenas clave durante conferencias de prensa dentro del film. Leener, con experiencia en placement, estructuró los acuerdos para que cada aparición del protagonista sirviera también para amplificar la visibilidad de las marcas, en un "anuncio ambulante" en el que Pitt actúa como canal de comunicación continua.
La jugada es infalible desde un punto de vista comercial: según Forbes, el film recaudó al menos 40 millones de dólares en patrocinios sólo por el placement. Así, lo que comenzó como una producción cinematográfica se convirtió también en una plataforma publicitaria de alto impacto. El propio David Leener explicó que "la propuesta fue muy sencilla: convertir a uno de los actores mejor pagados del mundo en un modelo de publicidad constante".
El resultado no solo ha generado ingresos adicionales para Apple y Jerry Bruckheimer Films, sino que ha demostrado que una película de gran presupuesto puede convertirse en un vehículo publicitario tan efectivo como cualquier campaña tradicional en televisión o formato digital.
Además, la visibilidad no se limitó solo al cine. Las marcas participantes aprovecharon el lanzamiento para lanzar colecciones limitadas, como los relojes de IWC con el logo del equipo ficticio, la línea de Tommy Hilfiger inspirada en la película y la colección de AMG-Petronas con Adidas que llevan la experiencia de la película fuera del cine.
En definitiva, David Leener logró una hazaña notable: fusionar el entretenimiento con la publicidad de alto nivel, usando a Brad Pitt como modelo publicitario valorado en decenas de millones con una estrategia que marca un nuevo estándar en colocación de producto: haciendo de una película la mejor campaña de marketing que se haya visto en el cine.
Fotos de IMDB | Cortesía de las marcas
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