Las marcas de automóviles de lujo suelen cuidar hasta el último detalle de su imagen y relaciones públicas, sin embargo, ser completamente honesto no siempre es bien recibido, y el caso de Chris Harris, conocido por su estilo directo, su talento al volante y sus opiniones sin filtro es un gran ejemplo de ello.
El carismático periodista de automóviles y figura destacada de Top Gear, se ganó una reputación no solo por su pasión al volante, sino también por su brutal honestidad. En febrero de 2011, Harris publicó en Jalopnik un artículo titulado "How Ferrari Spins", en el que acusaba a Ferrari de manipular sus coches de prensa para que rindieran mejor en los tests que los coches que realmente se venden.
Contó historias como que los 599 GTB se ajustaban por adelantado según la pista donde se probarían, o que un 360 Modena de prensa aceleraba dos segundos más rápido que uno de cliente. Según él, ya estaba "cabreado hasta las cejas" por la presión de complacer a la marca.
Ferrari reaccionó rápido: en febrero de 2011, Harris fue vetado oficialmente para no poder acceder a sus coches de prensa. Sin embargo, Harris no bajó la guardia: compró un 599 GTB de su bolsillo para poder seguir probando y publicando, esta vez con total libertad.
El asunto con Lamborghini fue de una tirada similar. En 2014 Harris escribió un artículo muy directo en Jalopnik titulado "Los Lamborghinis son los coches perfectos para quienes no saben conducir". En él criticaba a modelos recientes como el Aventador, afirmando que "no podían respaldar su aspecto con una dinámica de conducción adecuada", y que en una de sus pruebas… "los frenos se incendiaron". Como era de esperarse, Lamborghini también lo vetó y dejó de prestarle coches.

A pesar de lo tenso, las relaciones se fueron reconociendo con el tiempo. En 2013 Ferrari volvió —por fin— a dejarle probar un 458 Spider, esta vez propiedad de Clarkson que luego le prestó a Harris, y el periodista terminó hablando maravillas del coche. En cuanto a Lamborghini, ya en 2017 volvió a manejarlos oficialmente, esta vez el Huracán, para su segmento "Chris Harris Drives" en Top Gear.
Pese al veto, Harris emergió más respetado que nunca. Al ser tan franco, ganó credibilidad entre los entusiastas y otros medios lo vieron como un soplo de aire fresco frente a muchos periodistas que mantienen sus vínculos con las marcas. Su caso es el recordatorio perfecto de que, en el mundo del periodismo automotriz, decir lo que piensas puede costar acceso, pero también puede elevar tu prestigio.
Fotos de dmarge.com
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