Una ruta por seis bodegas de España para pasar los fines de semana de manera diferente (y sin necesidad de viajar al extranjero)

Montrubi Casa
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La pandemia provocada por la Covid-19 hizo que nuestra manera de viajar cambiase por completo,  haciendo que los viajes al extranjero no se convirtiesen en una prioridad (por las medidas tomadas de cada país). Hay nuevas maneras de conocer mundo, y buscar nuevas vías de escape para evadirnos de la semana laboral sin necesidad de coger un avión es factible. Desde hace unos meses, el enoturismo se ha convertido en el mayor de los planes y estas seis bodegas españolas son perfectas para visitarlas, hacer una cata con los amigos, aprender más del (interesante) mundo vinícola y disfrutar de los vinos más exquisitos de nuestro país.

Marqués de Riscal, Elciego (Álava)

 

He aquí una de las más conocidas, y no solo por su fantástico vino. Con un enclave de lujo y un edificio diseñado por el famoso arquitecto canadiense Frank O. Gehry, este enclave es maravilloso, ofreciendo una experiencia de matrícula de honor. Con distintos tipos de visitas -varían en función del precio y los vinos que ofrecen para sus catas-, éstas se realizan de lunes a domingo (festivos incluidos), y tienen una duración aproximada de 90 minutos.

Viña Sastre, La Horra (Burgos)

 

Nacida en 1992, esta bodega mantiene una forma de cultivo y elaboración tradicional y de máximo respeto hacia la tierra. Uno de sus vinos más conocidos -entre otros- y con más renombre es Pago de Santa Cruz, de un intenso y bello color rojo picota, con tonos violáceos. Sabroso y bien armado, estas bodegas ha recibido altas valoraciones del crítico de vino estadounidense Robert Parker.

Ossian Vides y Vinos, Nieva (Segovia)

 

Con señas de identidad de la bodega que se basan en la recuperación de viñedos centenarios no afectados por la filoxera y vinos ecológicos, Ossian Vides y Vinos elabora sus vinos de manera singular. Con una intención y finalidad muy clara (la de elaborar los mejores vinos verdejos a partir de la mejor uva), este lugar entremezcla a la perfección evolución y vanguardia.

El Grifo, San Bartolomé (Lanzarote)

 

Siempre va bien buscar una "excusa" para visitar Lanzarote, y el conocer las bodegas El Grifo en San Bartolomé es una excusa más que perfecta. Siendo la bodega más antigua de Canarias -y una de las diez más antiguas de España-, algunas de sus vides del siglo XIX maduran en la ladera y son vendimiadas a mano, una por una. Ya sea para visitar el Museo del Vino, la bodega actual o probar sus vinos, este lugar es perfecto para vivir una experiencia diferente.

MontRubí, L'Avellà (Barcelona)

 

A tan solo una hora de Barcelona encontramos este paraje de ensueño envuelto entre viñedos y con una casa recién remodelada. Su wine bar nos permite probar todos los (deliciosos) vinos de la bodega y al pasear por sus alrededores nos encontramos (y maravillamos) con l'Ermita de Sant Andreu de L’Avellà, del siglo XI. La mejor desconexión del día a día está más cerca de lo que uno pueda pensar.

Abadía Retuerta, Sardón de Duero (Valladolid)

 

Si lo que quieres es vivir una experiencia única -de manera literal, Abadía Retuerta es el lugar. Con varias opciones exclusivas y únicas, uno puede visitar la bodega y hacer una cata de su gama completa; convertirse en enólogo por un día y elaborar su propio vino; o incluso pasear a caballo entre viñedos. Además, este lugar ofrece un exclusivo hotel con spa incluido.

Foto principal | Instagram @mont_rubi

Fotos | Instagram @marquesderiscal, @vina_sastre, @ossianvinos, @elgrifolanzarote, @mont_rubi, @abadiaretuertaledomaine

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