Definitivamente Emma Watson se ha desprendido de su imagen de adolescte sabelotodo y torpona con poderes para convertirse en una jovencita refinada y de porte exquisito. Quién la ha visto y quién la ve. Aunque la suya sea una edad difícil, el paso a la madurez es una época de cambios más que de asentamientos, Emma parece haber alcanzado el punto justo y ha dejado atrás la transición para florecer y desembocar en lo que es: una chica guapísima de gustos muy marcados.
Está claro que los millones de libras que se ha embolsado gracias su papel de Hermione la están ayudando a construirse un buen armario, pero podría haber tirado por el camino equivocado, el de la ordinariez y la grosería en el vestir que padecen muchas jóvenes británicas, y en cambio ha sabido seguir la senda del estilo.
Esperemos que no se pierda. Y a juzgar por la imágenes, no lo creo. Alguien que a su edad es capaz de enfundarse en un total look de Armani como el de la foto y no desentonar, es que ha encontrado su sitio.
Y es que esta chica pasa de lo clásico a Marc Jacobs sin despeinarse, y le queda todo igual de natural. El vestido de la foto, con el que acudía a la exhibición de Patrcik Demarchelier, una versión mini de un modelito que le vimos hace bastante tiempo a Victoria Beckham en rosa, bastante estridente por cierto, Emma lo adapta prefectamente a ella misma y con un blazer negro y unas sandalias de Louboutin, parece que lleve toda la vida vistiendo así.
Y no menos estupenda y acorde con su edad está con este vestido plateado con el que acudía ayer por la noche a la fiesta post-desfile de Sonia Rykiel.
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