La estrella de Instagram que demuestra que el peso y la talla pueden ir por libre

La estrella de Instagram que demuestra que el peso y la talla pueden ir por libre

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La estrella de Instagram que demuestra que el peso y la talla pueden ir por libre

En anteriores ocasiones ya hemos hablado de que, más importante que el peso, son otros parámetros de nuestro cuerpo como por ejemplo el porcentaje de grasa corporal. Y aun así seguimos preocupándonos por si subimos o bajamos medio gramo cada día que nos pesamos en la báscula. Lo peor es que esta conducta de "obsesión" con el peso corporal puede llegar a afectarnos en distintas facetas de nuestra vida, limitándonos en muchos aspectos.

Esta vez ha sido Kelsey Welles, una famosa blogger e instagrammer, quien ha roto una lanza a favor de dejar de preocuparnos sobre cuánto pesamos e interesarnos más por cómo comemos o cómo entrenamos. Para ello ha publicado en su cuenta de Instagram la foto de apertura de este artículo, donde podéis ver cómo con un peso muy similar un cuerpo puede parecer totalmente diferente.

"Estar bien" no es (solo) perder kilos

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Estas tres fotos son la viva imagen de que lo ideal no es solo perder kilos: es mucho más importante hablar de la recomposición corporal, de no perder peso solo a base de nuestra masa muscular. Muchas veces cometemos el error de llevar dietas espartanas (y normalmente insuficientes y sin ningún tipo de control por parte de profesionales de la nutrición) solo para ver bajar los números de la báscula. Y muchas de esas veces, con eso basta: comes menos de lo que gastas y tu peso va disminuyendo.

Nos vemos delgadas, con una talla menor a la que teníamos en un principio, pero siempre a costa de comer de forma inadecuada, de realizar ayunos o de no comer lo suficiente o lo que nuestro cuerpo necesita. Esa forma de adelgazar, además de ser peligrosa, tiene fecha de caducidad: llegará un momento en que tengamos que reducir tanto las calorías para ser ver descender los números que no podremos apenas comer, y esto tiene repercusiones graves para nuestra salud.

Por no hablar del temido "efecto rebote" que solemos sufrir después de llevar a cabo estas dietas: tu cuerpo te pide gasolina para poder hacer frente a todos los retos que tenemos cada día. Puede que una semana no se la des, o dos, o cuatro. Pero llegará un momento quieras volver a los antiguos hábitos o simplemente a comer lo que realmente tu cuerpo necesita. Y ese es el momento en el que los kilos se vuelven a acumular como por arte de magia.

Entrenar para cuidar tu cuerpo y para verte mejor

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Otro de los errores más comunes a la hora de querer perder peso es el de hacer interminables horas de entrenamiento cardiovascular, cuanto más intenso y más tiempo, mejor. Pero en el fitness "más no es mejor: mejor es mejor". El ejercicio cardiovascular, muy beneficioso para nuestro organismo, nadie dice lo contrario, produce adaptaciones en nuestro cuerpo. Esto significa que se hace más eficiente y que cada vez necesitarás más tiempo de cardio o más intensidad para quemar las mismas calorías.

Frente a esto, ¿qué podemos hacer? Combinar el entrenamiento de cardio con entrenamiento de fuerza, incluso yo diría que deberíamos priorizar el entrenamiento de fuerza. No tienes por qué mover grandes cargas si no quieres, sino que puedes hacerlo con tu propio peso corporal (no, a pesar de que entrenes con pesas no te volverás la novia de Hulk). Llevando una dieta adecuada y haciendo entrenamiento de fuerza podemos aumentar nuestra masa muscular, que es el quemagrasas más efectivo que existe. La masa muscular demanda energía para poder sobrevivir: Kelsey necesita ahora consumir más calorías simplemente para mantener su cuerpo de las que necesitaba cuando pesaba 5 libras más.

El entrenamiento de fuerza, además, nos ayuda a cuidar nuestros huesos, y una mayor masa muscular nos permite proteger nuestras articulaciones. A nivel estético, las mejoras son evidentes: un cuerpo más firme y más definido que, a pesar de que esto es algo subjetivo, es lo que la mayoría de personas buscan.

La talla es solo un número

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La talla de ropa que usemos no depende tan solo de cuánto pesamos, sino también de nuestra complexión y de cómo está distribuida la masa muscular y la masa grasa en nuestro cuerpo. Dos cuerpos que pesen lo mismo pueden usar tallas muy distintas dependiendo del porcentaje de grasa de cada persona.

De todas formas, la talla es solo un número, al igual que el peso. ¿Qué dice de ti que lleves una talla 38 o que peses 60 kilos? A mí solo me dice eso. No me habla de lo rápido que eres corriendo, de cuántas flexiones puedes hacer, de si eres bueno en tu trabajo o de si eres capaz de hacerte una sesión completa de Body Combat. La talla le interesa a las tiendas para establecer un tamaño en las distintas prendas, pero no dice absolutamente nada de las personas.

Dejemos de preocuparnos tanto por los números, tanto de la báscula como de la ropa, y centrémonos en hacer las cosas bien: comer bien, entrenar bien, descansar bien, vernos bien, sentirnos bien. Ningún número puede darte esa información sobre ti.

Imágenes | Mysweatlife en Instagram, iStock
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