La todopoderosa Taylor Swift es un icono de masas, la chica de la década y, of course, nuestra musa. Disponer de semejante fama y proyección mundial lleva consigo una letra pequeña que puede acarrear graves consecuencias. Me refiero a la posibilidad de que un/a acosador/a perturbe tu existencia.
Esto es justo lo que sufrió la cantante hace más de una década con Michael Callan, de 45 años por entonces. Fue en 2012 cuando sometieron al canadiense a una evaluación mental que evidenció que estaba absolutamente obsesionado con Swift, a la que le había escrito un sinfín de cartas.
La locura de Callan, al que llegaron a definir como "El ladrón de bancos más famoso de Windsor", alcanzó su clímax en el citado año cuando empleó el nombre de Taylor como el primero de un listado de contactos a los que advertir en caso de accidente.
Y es que la historia todavía es más perturbadora. Callan fallecía en 2012 después de que la avioneta que pilotaba se estrellara y estallara en llamas. Pues bien, el fallecido, que conducía borracho en el accidente, utilizó el nombre de la intérprete de 'Bad Blood' en la empresa donde alquiló la avioneta, 'Windsor Flying Club'.
Fue el canal de televisión 'WSMV', utilizando de fuente a los documentos que obtuvieron por la National Transportation Safety Board (NTSB), el que dio a conocer la inquietante escena, además de revelar que Michael era un especialista en el atraco de bancos que llegó a robar a seis entidades en tan solo once meses.
Fotos | Gtres
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