Carlos Pérez
EditorJavier Bardem lleva más de dos décadas moviéndose con soltura por la industria de Hollywood, encadenando proyectos con directores como los hermanos Coen, Woody Allen o Darren Aronofsky. Ha ganado un Oscar y ha protagonizado algunos de los títulos más internacionales del cine español. Y, sin embargo, sigue sintiéndose fuera de lugar en el epicentro del cine americano. Así lo ha confesado sin rodeos en una reciente entrevista en el programa En clave, de la Cadena SER.
"Con todos mis respetos y toda la gratitud por las cosas que me han podido dar, no pertenezco a la cultura americana", declaró Bardem con su habitual sinceridad. Aunque se muestra agradecido por el trabajo, las oportunidades y las amistades que ha encontrado al otro lado del Atlántico, el actor insiste en que su raíz está aquí, en España: "Aquí están mis amigos, está mi familia, está mi idioma, está mi país. Mi vibración interna es esta", sentenció.
Bardem no reniega de su paso por Hollywood (cómo hacerlo, si No es país para viejos le dio uno de los personajes más icónicos del siglo XXI), pero sí deja claro que su compromiso y su sensibilidad siguen anclados a su tierra. "Lo que me preocupa es la política de mi país. La sociedad en general, pero me preocupa mucho lo que pasa aquí...", dijo durante la entrevista. Su implicación no se limita a lo emocional: también está rodando con directores españoles como Rodrigo Sorogoyen, algo que describe como "un lujo" y una forma de reencontrarse con su idioma y su manera de trabajar.
La sinceridad de Bardem ha resonado especialmente en un momento en el que muchos artistas optan por la vía diplomática cuando se trata de hablar de identidades culturales. Él, en cambio, no se esconde: "Me hubiera gustado hacer más cine aquí también. No siempre coincide lo que me ofrecen aquí con lo que me ofrecen allí", reconoció. Pero ahora que los proyectos en España vuelven a alinearse con sus inquietudes, parece decidido a recuperar ese terreno con energía renovada.
Más allá del debate cultural, sus palabras también dejan entrever una mirada más personal sobre el oficio de actor. Bardem valora la "organicidad" de rodar en su lengua materna, en un entorno que entiende sin filtros. No hay distancia, ni barrera cultural ni necesidad de traducirse: "Estar trabajando con Juan Carlos, con compañeros en castellano, en mi idioma… pues me encanta", confesó.
Fotos | Gtres
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