En Navidad ocurren milagros y no me refiero a que por primera vez en años tengas la suerte de que no te toque el familiar cuñao de turno al lado y te libres de su larga lista de chistes de bar de carretera. Es una época de paz, amor y reencuentros. Ya sea en un piso de 50 metros cuadrados o en un palacio de ensueño. Concretamente, el de Sandringham (Reino Unido), el cual todo apunta que recibirá la inesperada visita del príncipe Harry y Meghan Markle.
Tal y como ha desvelado una fuente cercana de estos royals al 'The Times', Carlos III y su benjamín habrían mantenido una larga conversación con motivo del 75 cumpleaños del monarca con la que han logrado extender la bandera blanca y limar asperezas.
Dicha publicación advierte de que el rey de Inglaterra desea "pasar más tiempo con sus nietos" ya que las últimas fiestas navideñas que pasaron en Sandringham fueron en 2018. Por otro lado, también se ha informado de las intenciones del matrimonio de trasladarse junto a la Familia Real a Balmoran (Escocia) en verano.
Para que esto ocurra, Harry y Meghan han lanzado varias condiciones. En primer lugar, que en todo momento cuenten con protección reforzada, esa que perdieron cuando se distanciaron de la corona. Además, según 'The Times', han exigido supuestamente una invitación formal para alojarse en la residencia oficial durante su viaje.
Fotos | Gtres
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