En la familia real británica reina la misma paz y concordia que en el Zara el primer día de rebajas. La nueva razón que tendría enfrentados a Carlos III y al príncipe Harry viene en forma de mansión. En concreto, la de Frogmore Cottage, situada en Windsor. Dicha propiedad ha ejercido de refugio para los duques de Sussex en los últimos años cada vez que estos visitaban Reino Unido. Hasta ahora.
Cabe señalar que el casoplón estaba destino a ser la vivienda oficial de la pareja, previamente a que esta decidiera vivir su papel en la monarquía a su manera allá por el 2020, permaneciendo vacía por largos periodos de tiempo. Pero, ¿qué hizo que el actual rey cambiara de parecer con respecto a la mansión? Ni más ni menos que las memorias de Harry, 'En la sombra'.
Según informan en 'Page Six', tanto Meghan como Harry ya habrían empaquetado los poquitos enseres que le quedaban en su expalacete. Hecho que ha ocurrido a los tres meses de la orden de desalojo del monarca.
Como decía, ha sido la andadura del hermano de Guillermo de Gales como escritor en potencia lo que ha puesto que trina al padre de este. Entre otras cosas porque no relata un drama romántico sobre un príncipe enfrentado a su familia por una plebeya (bueno, algo de eso sí hay), sino el lado oscuro de su árbol genealógico.
Situación que queda demostrada, según unas declaraciones de Tom Bower, experto en la Casa Real británica, para la BBC, cuando Carlos le ordena a su benjamín que vaya sacando sus cosas de la mansión a los días de que su libro saliera al mercado.
Fotos | Gtres
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