Tan solo han pasado seis meses de la penúltima aparición pública de Meg Ryan, sin embargo, para la reconocida actriz de Hollywood han sido más que suficientes para lograr una impresionante y radical transformación física por la que casi ni siquiera la reconoceríamos si nos la encontráramos por la calle. A sus 61 años, poco tiene que ver con la intérprete a la que conocimos gracias a sus películas.
La protagonista de 'Cuando Harry encontró a Sally' ha acudido esta semana a la presentación del documental de uno de sus mejores amigos del cine, Michael J.Fox. Ha sido durante este encuentro cuando Ryan se ha convertido en tendencia por su irreconocible rostro y no por el paso de los años, sino como consecuencia de sus innegables operaciones estéticas.
"¿Qué se ha hecho en la cara?", "Si me hubieran preguntado un deseo imposible hubiera contestado parecerme a Meg Ryan…. Virgencita, virgencita déjame como estoy", "Meg Ryan se ha vuelto irreconocible y horrible" o "Estoy en shock. Pésimos cirujanos", son solo algunos de los comentarios que se han podido leer en redes sociales a raíz de esta aparición pública.
Lo más destacable de todo es que Meg Ryan siempre ha negado su paso por el quirófano, al menos por motivos estéticos. En los años 90, la actriz se convierte en una de las grandes abanderadas de la naturalidad en el cine, sin embargo, sus ojos empequeñecidos y rasgados de forma exagerada, su desnaturalizada boca, su nariz diferente y su rostro brillante denotan que la intérprete se ha dejado llevar por el bisturí.
Fotos | GTRES
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